Día del Niño: las verdaderas necesidades de nuestros hijos(as)

5 agosto, 2022

Dra. Sandra Castro Berna, académica de la Escuela de Pedagogía en Educación Parvularia de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule.

Sin duda el día del Niño es uno de los días más esperados por los más pequeños de casa, luego de la experiencia que nos ha dejado la pandemia, la invitación es a reflexionar y modificar nuestras prácticas para esta fecha. “Realzar realmente el sentido del Día del Niño, con la fraternidad y comprensión que todos los niños(as) del mundo merecen”, no olvidemos que esta fecha evoca la situación de precariedad en la que quedaron los niños(as) de los países involucrados en la Primera Guerra Mundial, lo que dio pie a la creación de fundaciones que se encargaron de velar por ellos, y que nuestro país ratificó los Derechos Universales de la Infancia, con el propósito de que todos los niños(as) fuesen tratados con igualdad, a tener acceso a la salud y educación, y ser protegidos por los gobiernos y sus familias.

Padres y formadores, no debemos descuidar la contención, el modelo positivo y de referencia para nuestros hijos(as), optemos por actividades que denoten esfuerzos en lo que realmente necesitan y no en lo que deseamos para ellos. Es decir, no centremos la compra de juguetes de moda y regalos de alto costo por sobre las actividades familiares, que les permiten disfrutar en complicidad.

Aclaremos que las “necesidades” son imprescindibles para la supervivencia del ser humano y los “deseos” son cosas que ansiamos o nos motivan, pero no son imperiosos para nuestra supervivencia. 

Entre estas necesidades (básicas) están las emocionales y afectivas, que impactan directamente en el desarrollo de nuestros niños(as), para ello se sugiere atender a lo siguiente:

  • Manifestar cariño, primordial para una buena autoestima, decirles lo mucho que les queremos y actuar en consecuencia.  
  • Enseñarles a regular sus emociones, necesitan que el adulto les oriente a identificar y gestionar sus emociones a temprana edad. 
  • Dedicar cantidad y calidad de tiempo para compartir con ellos y entregarse con dedicación.
  • Ofrecer contextos de seguridad y protección, brindando un apego seguro, de cuidado y confianza.
  • Respetar, aceptar y valorar las diferencias, apoyar y estimular positivamente, para favorecer una identidad propia que le diferencie del resto de las personas.
  • Encaminar a ser responsables, a tomar buenas decisiones, a desarrollarse como persona única, social, cívica y culta.
  • Favorecer la capacidad reflexiva para que aprendan a pensar, a actuar y proyectarse. 

“Las opiniones vertidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento de la Universidad Católica del Maule”.

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