Mirta Bustamante, fundadora del Conservatorio y Coro de la UTALCA fue homenajeada

24 abril, 2018

La académica se acogió a retiro hace poco más de un año, después de casi cuatro décadas de labor. Su legado en materia musical trasciende a la Universidad de Talca y se materializa en programas de formación y en elencos de reconocido prestigio

Notas musicales y de emoción se entremezclaron para crear un clima especial de gratitud y cariño, en el  homenaje que la Universidad de Talca (UTALCA) rindió a la maestra Mirta Bustamante, artífice de todas las manifestaciones musicales de esta Institución. Antiguas y nuevas generaciones se reunieron, junto a las autoridades universitarias para tributar su reconocimiento a quien fundó y dirigió coros, impulsó la creación de orquestas y creó el Conservatorio y la carrera de Interpretación y Docencia Musical de la UTALCA.

“No se trata de un acto de homenaje más que realiza una institución, puesto que la convocatoria permea a nuestra Universidad y se extiende a muchos de sus colegas, alumnos, amigos y admiradores del trabajo de Mirta Bustamante, que reconocen su aporte decidido a la consolidación y desarrollo de nuestra Escuela de Música”, enfatizó el rector Álvaro Rojas, quien le hizo entrega de una medalla en reconocimiento a su gran labor.

Por lo mismo, recalcó que “este acto es también una muestra de un profundo agradecimiento” a esa labor que se prolongó por casi cuatro décadas, que le han hecho merecedora de reconocimientos como la Orden al Mérito Victoria, otorgada por la Gobernación Provincial de Talca en 1994; la Medalla de la Música, concedida por el Consejo Chileno de la Música, y la categoría de Patrimonio Vivo que le confirió el Consejo de la Cultura en 2010.

Desde 1981 Mirta Bustamante fue académica de la Universidad de Talca. Se integró a la carrera de Pedagogía en Educación Musical de entonces y el mismo año fundó el Coro Universitario que dirigió por 20 años. En 1991 creó el Coro de Niños, agrupaciones que ganaron gran prestigio nacional. En 1994 organizó el Conservatorio de Música, de cuyos alumnos emergieron los primeros integrantes de la Orquesta Infantil. Luego fundó la carrera de Interpretación y Docencia Musical.

Como directora de coros, pedagoga y gestora cultural, participó en numerosos festivales, giras artísticas, congresos y seminarios dentro del país, Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, al tiempo que en el medio local y regional generaba un movimiento musical aparejado con la formación de audiencias.

PROGRAMA MUSICAL

El homenaje musical estuvo a cargo del Coro de Niños, dirigido por María Cecilia Sepúlveda, con el acompañamiento de Leonardo González en el piano; del Coro Universidad de Talca, bajo la dirección de René Peñaloza, con Camila Osses en el piano, y UTALCA Ensamble, representado esta vez por Marcela Lillo en piano, y Ieng Wai Wong, en flauta traversa.

Después vino el turno de la Orquesta del Conservatorio, bajo la dirección de Solange Navarrete; la Orquesta Sinfónica Universidad de Talca, dirigida por Patricio Cobos, y finalmente, los dos coros y la Orquesta Sinfónica juntos, conducidos por René Peñaloza.

Mirta Bustamante, recordó cómo fue abrir camino a la música. “Siempre tuve algunos sueños, pero este que hoy se ve y se escucha, no estaba ni entre los más ambiciosos. Por eso, gracias Universidad de Talca. Hoy puedo decir que he tenido una vida de satisfacciones, plena de logros, que me permitió convertir sueños en realidad”, expresó.

La sorpresa la dio un grupo de unos 35 antiguos integrantes del Coro, algunos provenientes de otras ciudades, que terminado el acto formal homenajeó a la maestra con algunas interpretaciones y la entrega de un galvano.

Entre las nuevas generaciones, José Artroza, alumno de tercer año de la carrera de Interpretación y Docencia Musical, comentó que la profesora Bustamante “fue pilar fundamental en mi ingreso a la Universidad y ella aportó harto en nuestro desarrollo musical como profesora del ramo de Armonía”.

Uno de los fundadores del Coro Universitario, Roberto Azócar, dijo haber vivido el acto de homenaje con mucha emoción y felicidad. “No podíamos estar ausentes. Era la forma de darle las gracias por años que fueron inolvidables durante los cuales el amor al canto fue dando frutos en la comunidad, en otras ciudades y el extranjero. Nos quedamos cortos porque es la ciudad la que tiene que agradecerle”, aseveró.​

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