Pérdida de audición, depresión y tabaquismo, son factores de riesgo para sufrir Alzheimer

5 septiembre, 2017
El caso del ex técnico de la Roja, Nelson Acosta, vuelve a poner en la palestra lo recurrente que son las demencias y otras enfermedades neurodegenerativas. René Vidal, investigador de la U. Mayor, remarca que cambios en el estilo de vida pueden disminuir el peligro de padecerlas.
La revelación de que el ex técnico de la Roja Nelson Acosta sufre Alzheimer remeció al mundo deportivo, pero también volvió a poner en la palestra lo recurrente que es esta enfermedad que, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el tipo de demencia más frecuente en la población y que al año 2013, 20,4 de cada cien mil chilenos moría a causa de ella.
Si bien el factor genético es importante en estos padecimientos, un estudio publicado recientemente por la revista médica The Lancet estimó que un tercio de las demencias se puede prevenir a través de cambios en el estilo de vida.
El paper, desarrollado, por la University College London, enumeró nueve factores de riesgo que podrían influir en el desarrollo de demencias y su nivel de impacto. Estos son: la pérdida de audición (responsable del 9% del total de riesgo), no terminar la educación secundaria (8%), el tabaquismo (5%), no tratar a tiempo una depresión (4%), la inactividad física (3%), el aislamiento social (2%), la presión arterial alta (2%), la obesidad (1%) y la diabetes tipo 2 (1%).
A juicio de René Vidal, investigador del Centro de Biología Integrativa de la U. Mayor, el estudio demuestra que “un cambio de estilo de vida puede, en gran medida, alterar o prevenir patologías asociadas a la neurodegeneración progresiva (proceso de degeneración del sistema nervioso), como las demencias”. “Creo que esta idea es bastante aceptada por la comunidad científica mundial, ya que existe un gran número de evidencia que ha demostrado que las demencias son gatilladas por eventos traumáticos, y que estos, a su vez, son fuertemente influenciados por factores ambientales”, agregó el académico.
Estos factores ambientales incluyen el consumo de cigarrillo, el consumo excesivo de alcohol, una dieta alta en grasas, una actividad física reducida, bajo nivel de educación y llevar una vida con altos niveles de estrés, entre otras.
El rol de los sentidos
El artículo de The Lancet menciona la pérdida de audición en la mediana edad como el factor con mayor incidencia. Vidal explica que “esto se debe a que nuestro cerebro funciona como una unidad integral que procesa información del medio ambiente y elabora sofisticadas respuestas cognitivas y motoras que nos permiten realizar nuestras funciones. La falla de este enigmático órgano puede ser detectada tempranamente con la aparición de trastornos a las funciones de nuestros sentidos, como por ejemplo, la audición. Esta falla en la capacidad de oír podría ser un reflejo de un proceso neurodegenerativo en una etapa temprana de una enfermedad tipo demencia”.
El docente de la Universidad Mayor indicó que actualmente problemas en el lenguaje, la audición, el olfato u otro tipo de trastornos asociados a la función cerebral están siendo considerados como predictores o indicadores de un deterioro de nuestra capacidad cognitiva o motora. En ese sentido, dijo que “este tipo de diagnóstico precoz podría ayudar a cambiar el estilo de vida de un individuo propenso a desarrollar demencia y evitar o retardar la aparición de este tipo de enfermedades”.
En cuanto a la depresión, Vidal recordó que este trastorno puede ser de origen genético o generado por un evento traumático gatillado por factores ambientales como el estrés, la frustración, la obesidad, el tabaquismo o la falta de actividad física.
“La depresión puede ser considerada como otro factor predictor del desarrollo de demencias debido a que el deterioro de las funciones cerebrales -ya sea por el desbalance de los neurotransmisores o por falta de conectividad entre las células neuronales- pudieran ser causados por un síntoma temprano del proceso de neurodegeneración observado en las demencias, así como también a enfermedades como el Alzheimer”, afirmó.
Vidal destacó que actualmente existe un gran interés en el estudio del proceso de envejecimiento, con el fin de entender cómo ocurre y de qué manera es posible generar una vejez saludable. En ese contexto, el profesional señaló que el Centro de Biología Integrativa de la U. Mayor participa actualmente en un proyecto FONDAP llamado GERO, que tiene como objetivo central estudiar el proceso de envejecimiento en modelos preclínicos y en una cohorte de chilenos de la tercera edad, con el fin de contribuir al conocimiento mundial respecto de este proceso biológico y además desarrollar intervenciones en nuestra población que ayuden a mejorar el estilo de vida de los adultos mayores.
 
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