La información fue entregada al término de la sesión de hoy por el presidente de la instancia parlamentaria, José Miguel Ortiz (DC).
“Después de haber escuchado a todas las partes hemos instaurado una mesa dirigida por una asesora del Ministerio de Hacienda, en la que han participado los asesores de todos los partidos políticos presentes aquí en la Comisión, los cuales nos van a dar a conocer mañana todo lo que ha sido su trabajo. Después de eso, yo voy a colocar en votación en general este proyecto y vamos a dar un plazo de quince días para se analicen y elaboren las indicaciones que se están realizando de manera absolutamente coordinada, porque lo que se quiere es el bien para el país. Los que pensamos que la banca es sana y seria en nuestro Chile, obviamente esperamos que continúe así y esté al mejor nivel mundial”, precisó.
El punto también fue confirmado por el diputado Ernesto Silva (UDI), quien resaltó la forma en la cual se ha ido trabajando en la Comisión con el Gobierno, para llegar prontamente a un resultado lo más consensuado posible.
“Hemos tenido muchas audiencias, hemos recibido distintas opiniones y ya estamos en condiciones de votar en general para poder iniciar, con posterioridad, el debate de cada aspecto más puntual del proyecto. La manera en la que hemos trabajado esto es que, en paralelo a las reuniones en la Comisión, tuvimos una mesa técnica que todos los viernes se reunió en el Ministerio de Hacienda, por ya varias semanas, donde, a raíz de los comentarios que surgen acá en la Comisión de las audiencias, los hemos llevado al Ejecutivo para poder conversar con los equipos técnicos y con los expertos, de manera tal de ir buscando los aspectos para tratar de redactar una mejor norma y hacerse cargo de las inquietudes y creo que en eso se ha avanzado en buena forma”, puntualizó.
Datos del proyecto
El proyecto se sustenta en la idea que la supervisión bancaria cuenta con poca independencia y flexibilidad. Adicionalmente, considera que existen dificultades para el intercambio de información entre diferentes reguladores y una visión regulatoria desintegrada.
Por otra parte, observa que la regulación chilena aparece rezagada con respecto a los últimos estándares propuestos por el Comité de Basilea para la Supervisión Bancaria (Basilea III), al tiempo que carece de herramientas preventivas adecuadas para enfrentar problemas de carácter incipiente o para abordar situaciones de insolvencia bancaria.
En dicho plano, se plantea abordar dichas materias a través de normas que perfeccionan la institucionalidad vigente y que buscan solidificar al sistema bancario en su conjunto. En concreto, se plantean tres grandes líneas:
1. Fortalecer el gobierno corporativo del regulador y crear un marco institucional armónico para la supervisión y regulación financiera a cargo de la nueva Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
2. Aumentar la resiliencia del sistema bancario, adecuando los requisitos de capital a los estándares de Basilea III y aumentando los límites de cobertura estatal a los depósitos.
3. Dotar al regulador con herramientas que permitan prevenir problemas de liquidez y solvencia en bancos.
