Alicia Bárcena: la implementación simultánea de políticas de inclusión social y laboral es indispensable para el logro de la igualdad

13 febrero, 2019

Las políticas universales en educación, salud y protección social contribuyen no solo a la inclusión, sino también al fortalecimiento de las capacidades humanas, el aumento de la productividad y el crecimiento económico afirmó hoy Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

La máxima funcionaria de la CEPAL intervino, vía videoconferencia, en un diálogo con altos funcionarios de las Naciones Unidas en el marco del 57º período de sesiones de la Comisión de Desarrollo Social, que se celebra entre el 11 y el 21 de febrero en Nueva York, y que este año examina el tema prioritario de “Abordar las desigualdades y los desafíos para la inclusión social mediante políticas fiscales, salariales y de protección social”.

Junto a Alicia Bárcena expusieron Mounir Tabet, Secretario Ejecutivo interino de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia Occidental (CESPAO); Kaveh Zahedi, Secretario Ejecutivo Adjunto para el Desarrollo Sostenible de la Comisión Económica y Social de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico (CESPAP); y Abdoulaye Mar Dieye, Administrador Auxiliar y Director de la Oficina de Apoyo a Políticas y Programas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNDP). Moderó la discusión Elliott Harris, Economista Jefe de las Naciones Unidas y Subsecretario General de Desarrollo Económico del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA).

Como comentaristas principales participaron Vinicius Carvalho Pinheiro, Representante Especial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ante las Naciones Unidas y Director; Paul Ladd, Director del Instituto de Investigación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Social (UNRISD); y Ursula Wynhoven, Representante de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) ante las Naciones Unidas.

Añadió que la política social debe guiarse por el principio de la universalidad para construir un estado de bienestar, reconociendo la sensibilidad a las diferencias y orientada hacia la igualdad de derechos “para no dejar a nadie atrás”.

Precisó que, pese a los avances alcanzados por la región en materia de gasto social, persisten grandes desafíos para el financiamiento de las políticas sociales, en especial en países que presentan más elevados niveles de pobreza.

“La Agenda 2030 pone a la igualdad en el centro. Para avanzar en su cumplimiento es necesario proteger y fortalecer el gasto social”, afirmó Alicia Bárcena.

La alta funcionaria de las Naciones Unidas señaló que la CEPAL ha identificado a la igualdad como un valor fundamental del desarrollo y como un principio ético no negociable, centrado en un enfoque basado en los derechos.

“La evidencia económica y social muestra que la desigualdad es ineficiente. Por el contrario, la igualdad es un requisito previo para lograr el progreso económico y social, para cerrar las brechas estructurales y para lograr la convergencia con niveles más altos de productividad y empleos decentes”, afirmó.

Alicia Bárcena instó a fortalecer las instituciones y políticas laborales que promuevan el trabajo decente y destacó que, para reducir la pobreza y alcanzar el logro de la igualdad, es imperativo fortalecer la implementación simultánea de políticas de inclusión social y laboral.

Precisó que en América Latina y el Caribe, la doble inclusión (social y laboral) mejoró entre 2002 y 2016. Sin embargo, en 2016 solo el 23,5% de los hogares se encontraba en una situación de doble inclusión, mientras que el 45% estaba en doble exclusión. Señaló que las brechas se acrecientan para la población rural, para los hogares cuyo jefe o jefa es indígena o afrodescendiente y para las personas con discapacidad.

La máxima representante de la CEPAL puntualizó que los mercados laborales de la región muestran altos niveles de informalidad y grandes brechas en el acceso a la protección social, especialmente en los quintiles de ingresos más bajos.

Añadió que la tasa de desempleo evidencia el entrecruzamiento de los ejes que estructuran la desigualdad social en la región: pese a sus mayores niveles de educación y habilidades, son los jóvenes los que hoy resultan más afectados por el desempleo, situación que es especialmente aguda para las mujeres jóvenes.

Por ello, dijo, es urgente robustecer los sistemas de protección social efectivos y modernos para prepararse para los nuevos escenarios en el mundo del trabajo y las incertidumbres relacionadas con la tecnología, y fortalecer los sistemas de protección y atención social para contribuir a alcanzar la paridad de género y la autonomía económica de las mujeres.

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