Chile es un país pobre, marcado por la desigualdad: Barómetro del Trabajo arrojó datos significativos de la realidad chilena

19 abril, 2021

Santiago, 19 de abril de 2021

 

 

 

 

 

 

 

 

Chile es un país pobre y no de clase media, como se ha creído o se ha
dicho. Un país constituido, fundamentalmente, por trabajadores cuya
realidad está marcada por una profunda desigualdad y discriminación. La
brecha entre los más ricos y aquellos que se alimentan gracias a las ollas
comunes es abismante y resulta urgente hacerse cargo de ello si queremos
generar desarrollo sostenible y fortalecer la democracia y la paz social.

 

El Barómetro del Trabajo, encuesta realizada por las fundaciones MORI y
FIEL, con la promoción de la fundación Friedrich Ebert Stiftung y de la Central
Unitaria de Trabajadores de Chile, fue dada a conocer esta mañana, vía
streaming, desde las plataformas Facebook, Youtube y Twitter de la CUT. Sus
resultados arrojaron datos impresionantes y desgarradores, como que solo
3 de cada 10 chilenos están pudiendo acceder a una comida caliente al día.
Los resultados fueron expuestos y analisados en profundidad por la ex
directora de la Central de Estudios de la Realidad Contemporánea, CERC y
actual directora de MORI, Marta Lagos. Comentaron, posteriormente, la
presidenta del Senado, Yasna Provoste, el presidente del Foro Permanente
de Política Exterior y ex director de la Organización Internacional del Trabajo,
OIT, Juan Somavía, el encargado de Diálogo Social de la Fundación FIEL,
Pablo Zenteno, y la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores,
Bárbara Figueroa.
Por su parte, Bárbara Figueroa, destacó que el Barómetro del Trabajo es una
herramienta única en América Latina y que muchas organizaciones sindicales
del mundo miran, con muy buenos ojos, todos sus resultados. Anunció su
entrega formal a las autoridades, con el propósito de construir mejores
políticas públicas, porque es un instrumento válido y potente para conectarse
con la ciudadanía.
En este sentido, criticó nuevamente la designación de Patricio Melero, como
ministro del Trabajo. “Fue una mala señal, porque siempre ha estado en
contra de cualquier avance en materias laborales; sus declaraciones son
caldo de cultivo para los abusos”. “Hay que ser cuidadosos con las señales
que damos al país, cómo protegemos a los trabajadores, cómo regulamos el
trabajo, cómo lo fiscalizamos y cómo fortalecemos el derecho a la
organización sindical, en beneficio de la democracia. Que podamos ser
constructores de esperanzas”, resaltó.
La muestra consideró un universo de 1000 chilenos, mayores de 18 años, de
todo el territorio nacional, fue realizada entre el 15 de marzo y el 5 de abril.
Varias de las preguntas formuladas fueron planteadas de manera abierta,
para representar el sentir de la población lo mejor posible.
El Barómetro del Trabajo se ha llevado a cabo los últimos tres años,
generando siete informes de invaluable aporte a la construcción de
políticas públicas, toma de decisiones y el desarrollo de la intelectualidad.
El 81% de la población señaló que sus principales problemas son la falta de
recursos económicos y la desigualdad. Este dato es de vital relevancia,
porque desmitifica la idea de que Chile sea un país de Clase Media; muy por
el contrario, claramente, las personas consideran que sus ingresos no les
permiten cubrir sus necesidades más básicas, como alimentarse. Como
dijimos, anteriormente, solo 3 de cada 10 personas está pudiendo acceder a
una comida caliente diaria. “La crisis económica ha ido acrecentándose
durante los últimos meses”, aseguró Marta Lagos.
La desigualdad que experimenta la población, confirma las razones del
estallido social, profundizadas después por la pandemia. Chile no puede
llegar al desarrollo ni salir de la crisis, si no cambia las condiciones laborales
de sus trabajadores.
El 75% de país son trabajadores, pero solo la mitad de ellos declara estar
feliz con su trabajo, con su sueldo, con las condiciones laborales y la
estabilidad del mismo.
“Sus aspiraciones no son desmesuradas, son bastante modestas; que les
permitan comer y solventar sus gastos básicos”, destacó Marta Lagos, en
relación al sueldo mínimo de 465.000 pesos promedio, propuesto
libremente por los encuestados. “El monto no dista tanto del planteado por
la CUT de 500.000”, argumentó Bárbara Figueroa.
“Es momento de llamar las cosas por su nombre, reconocer la realidad que
confirman estos datos”, dijo Marta Lagos, quien destacó que la pandemia
agravó aún más la distancia entre la clase acomodada y el resto del país,
por ejemplo, con la posibilidad de acceder al Teletrabajo. El 82% de la clase
alta puede efectuarlo, en circunstancia que el 60% de los que lo realizan
costean los gastos que este implica.
Un 85% de los chilenos dice que los sueldos son insuficientes, el 64% siente
que su sueldo no es justo.
Existe consenso entre la población sobre temas como regular esta nueva
manera de trabajar a distancia y también sobre valorizar actividades como
los cuidados de enfermos o adultos mayores, 83%, y remunerar el trabajo
doméstico mediante un subsidio estatal, un 72%.
Así mismo, existiría consenso sobre aplicar un impuesto especial a los súper
ricos, 75% e igualar la Pensión Mínima al Salario Mínimo, asunto en el que
un 73% señaló estar convencido. En este tema, la labor de las AFP solo fue
apreciada positivamente por un 12% de los encuestados.
Sin duda, el tema de las pensiones es clave para la sociedad y hay que
profundizar en su estudio, sugirieron todos los participantes.
La presidenta del Senado, Yasna Provoste, agradeció y destacó la
importancia de este tipo de estudios, que calificó como “confiables y
oportunos”. Si bien, no es posible legislar basados en encuestas, sí permiten
ver “el rostro del miedo a la cesantía, la inestabilidad laboral, la falta de
recursos para cubrir necesidades básicas, como comer. Sin duda, los
debates legislativos son insuficientes”, dijo.
Agregó que “Chile es una sociedad profundamente desigual, con una brecha
obscena entre los súper ricos, los más acomodados y el desamparo en el
que viven los que únicamente acceden a una comida gracias a la solidaridad
de aguna olla común”; es muy fácil alejarse de la realidad cuando no se
tienen estos problemas, por eso estos estudios son tan importantes.
Sostuvo que es fundamental legislar sobre las condiciones laborales de los
trabajadores, establecer una Renta Básica Universal, asegurar que los
Bonos de la Clase Media lleguen a quien lo necesita, hablar de un Salario
Mínimo que garantice la seguridad humana.
El Teletrabajo, a su juicio, “oculta una forma de precarización del trabajo”
que hay que enfrentar. Durante la pandemia ha golpeado con dureza a los
educadores, a los trabajadores de las comunicaciones y otros como los de
instituciones financieras, mencionó.
Para Juan Somavía, todos estos temas deben ser abordados en la nueva
Constitución y las leyes; debe ser trabajo de los constituyentes y no solo del
gobierno y los parlamentarios. La legislación actual, no valora el trabajo del
ser humano; considera el trabajo como costo de producción, “pero tiene
otras dimensiones que son sociales y por ello hablamos de trabajo
decente”, explicó.
Indicó que, así como sostiene también la OIT, “el trabajo no puede ser
considerado una mercancía, porque es fundamento de cohesión y paz
social. Es fuente de dignidad personal, refleja la manera en que vivimos y
viven nuestras familias”, dijo.
Se puede acceder a la grabación del lanzamiento mediante las redes
sociales de la CUT y al estudio completo en www.fiel.cl
Se adjunta el estudio y láminas ilustrativas, para su uso y difusión.

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