Un positivo balance, hasta la fecha, realiza la Municipalidad de Valparaíso respecto a la temporada de incendios forestales, pues en comparación al año 2017, tanto la cantidad de emergencias forestales, como el total de superficie quemada se redujeron en un 94%, disminuyendo de 560 hectáreas quemadas, durante la temporada anterior, a solamente 32 hectáreas, durante el periodo actual, siendo esta temporada la segunda más baja en los últimos 20 años.
Esto se debe, en parte, a las favorables condiciones climáticas que se vivieron durante el verano, pero además, a las medidas preventivas que se tomaron por medio de las autoridades, como la fabricación del Plan Maestro de Incendios, cuyo objetivo fue diseñar un conjunto de orientaciones, procedimientos e iniciativas de intervención institucional, social y urbana, que permitan reducir los riesgos de incendio en la comuna de Valparaíso, mejorando así, la seguridad y la calidad de vida de sus habitantes. A esto también se suma el trabajo colaborativo de la comunidad porteña, quienes tomaron de forma muy seria los riesgos asociados a los incendios en la ciudad.
El trabajo preventivo estuvo enmarcado en una campaña de educación respecto a los riesgos de incendios llamada “Hasta cuándo nos quemamos”, cuyo principal objetivo fue instaurar en el subconsciente de los porteños la idea de prevención. Esta campaña incluyó, entre otras acciones, jornadas participativas de desmalezamiento; el retiro de 800 camionadas de desecho forestal desde distintos puntos de la ciudad; y la distribución de 20 mil volantes en las partes altas de los cerros, notificando a las viviendas que se encuentran en inminente riesgo de incendio.
“Hay que destacar la coordinación existente entre los distintos organismos que intervienen en una emergencia, como Conaf, bomberos y municipalidad, los que activaron protocolos de intervención bastante eficientes, desplegando todos los recursos existentes antes de que una emergencia se propagara. Además de esto, dieron buenos frutos las campañas de prevención y educación que se realizaron en distintas partes de Valparaíso, evidenciando un cambio de actitud por parte de las vecinas y los vecinos, quienes entienden que también son parte de la prevención, asumiendo activamente ese rol. No se hubieran logrado los resultados de hoy si la participación de los vecinos no hubiese sido tan activa”, comentó Ezio Passadore, jefe de Emergencias de la Municipalidad de Valparaíso.
Quien también se refirió al positivo balance que dejó esta temporada de incendios fue Marcelo Lagos, geógrafo y especialista en desastres naturales, quien, tras su visita a Valparaíso, con motivo de la inauguración del año académico del Instituto de Geografía de la Universidad Católica de Valparaíso, comentó que “no podemos permitir que el riesgo se siga materializando como desastres, porque finalmente pagan justos por pecadores, ahí tenemos un mundo de prioridades por desarrollar aquí en Valparaíso. La única forma de convivir con el riesgo es mirarlo de frente, y esto implica aprender de los errores del pasado. Los grandes incendios que afectaron a la ciudad hace algunos años atrás pusieron sobre la mesa los altos índices de exposición a este tipo de fenómenos, y claramente, la campaña que ha hecho la municipalidad tanto de articulación y coordinación con los sistemas de emergencia local, pero, principalmente, de educar a la comunidad, se han traducido en la disminución de incendios. Comunidades educadas siempre van a ser comunidades preparadas, esa conversación doméstica, esa conversación de barrio, esa conducta proactiva de disminuir los niveles de exposición y saber reaccionar en los momentos de emergencia rápidamente, son claves para lograr asentamientos humanos más seguros”
Aunque de a poco comienza a alejarse la temporada de mayor riesgo de emergencias forestales para Valparaíso, desde la Alcaldía Ciudadana continúan intensificando los trabajos preventivos respecto a los incendios, y ya se prepara un programa coordinado con las distintas organizaciones vecinales para generar instancias de desmalezamiento previas a la temporada de incendios forestales, lo que permitirá, cercano al mes de octubre, conocer cuál es la fecha más propicia para desmalezar, antes de los meses más calurosos.
