Efecto Covid-19: la importancia de la innovación en el desarrollo de la investigación médica y científica

21 septiembre, 2020

Santiago, 21 de septiembre de 2020. –El gran esfuerzo que miles de científicos de diferentes países vienen haciendo en los últimos meses para encontrar la esperada vacuna del COVID-19, le ha demostrado al mundo entero el gran desafío en tiempo y recursos que representa lograr una innovación tan significativa en materia de salud. Ya lo hemos visto en diversas enfermedades que hasta hace un tiempo solían cobrar millones de vidas y que hoy son tratadas con medicamentos innovadores, producto de investigaciones que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

En el caso de enfermedades crónicas, como la diabetes, los medicamentos innovadores mejoran la calidad de vida de los pacientes en su diario vivir, de una forma que hasta hace poco tiempo era prácticamente imposible.

La diabetes que vemos hoy en la práctica clínica en comparación a la de hace 20-30 años atrás, es muy distinta, pues el riesgo de mortalidad y de complicaciones como perder la visión, tener enfermedad renal o amputaciones, han disminuido con los avances de la medicina actual.

“Hoy tenemos innovación en fármacos que permiten a los pacientes tener una mejor calidad de vida, a través una administración una vez al día o una vez a la semana, ya sea vía oral o a través de inyecciones simples y fáciles. Asimismo, estos fármacos disminuyen la mortalidad en términos cardiovasculares y disminuyen la progresión o el riesgo de enfermedad renal”, explica la doctora Lorena Salinas Fernández, médico-MBA, especialista en Nutrición Clínica y Diabetes PUC.

Hace algunos años la diabetes tipo 2 se consideraba como una enfermedad asociada al envejecimiento, pero actualmente se presenta a edades muy tempranas, como en la adolescencia, afectando a las personas laboralmente activas, especialmente en los países en desarrollo. Y es así, como este tipo de diabetes es una auténtica epidemia con más de 247 millones de personas afectadas en todo el mundo, según datos de la OMS[i]. En Chile, la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 del Ministerio de Salud[ii], arroja que el 12,3% de la población del país tiene diabetes, que acerca a casi 2 millones de personas.

Según la doctora Salinas, “la diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica derivada del estilo de vida que llevamos en occidente, con hábitos de vida poco saludables en alimentación, estrés y actividad física, asociada a la epidemia de la obesidad. Estos pacientes necesitan que existan avances en herramientas para modificar esos estilos de vida, pero que a la vez no generen mayor estrés u obstáculos. En esto la medicina está al debe. Sin embargo, los nuevos fármacos han sido un tremendo avance porque logran tener efectos en el control del peso y otros efectos metabólicos favorables, a diferencia de los fármacos antiguos, algunos de los cuales, incluso hacían subir de peso”.

En el caso de la diabetes tipo 1, que es una enfermedad autoinmune donde falla un órgano primario que es el páncreas, “los avances van desde el descubrimiento de la insulina el año 1922, que logró prolongar la corta sobrevida que tenían antiguamente quienes presentaban esta enfermedad, con los posteriores cambios en la reformulación de las insulinas animales, hasta las insulinas humanas que permitieron un control glicémico más intensivo y disminuir las complicaciones microvasculares. Posteriormente, a partir de los años 90 las insulinas análogas, que han impactado muy favorablemente en mejorar su calidad de vida, flexibilizando su administración. Así como la innovación en los dispositivos como agujas, lancetas y monitores de glucosa”, acotó la especialista.

La diabetóloga de la Red UC-Christus nos comenta que en investigación y desarrollo, Chile está por debajo en comparación con los otros países de la OCDE. “Si nosotros comparamos las cifras de los últimos 2 o 3 años, Chile tiene un gasto de un 0,38% versus el promedio de la OCDE que es 2,38%. Estamos muy al debe en términos de desarrollo. Sin embargo, el desarrollo a nivel internacional llega a Chile, como consecuencia del intercambio macroeconómico, permitiendo la disponibilidad de fármacos de última generación. Esto, en alguna medida también ocurre a nivel público a través de importantes cambios hechos por el ministerio de Salud, específicamente a través de las Garantías Explícitas de Salud (GES) o por la ley Ricarte Soto, donde se accede a las insulinas de nueva generación y a las bombas de insulina. No obstante, los fármacos innovadores, con efectos favorables y probados a nivel cardio, nefro, metabólico, no están en acceso aún y ahí hay un esfuerzo que tenemos que hace en el sistema de salud público como privado”.

Finalmente, la doctora Salinas reflexiona sobre la importancia de la prevención para que “ojalá la innovación permitiera que los pacientes no llegaran con diabetes, sino que se pesquisara a nivel de prediabetes. Sin embargo, pese a que aún no llegamos a eso, los nuevos fármacos son un tremendo cambio porque logran proteger el riñón, corazón, incluso otros órganos que hace 20 años atrás era impensado”

“Los grandes esfuerzos hoy deben ser dirigidos contra la obesidad y los hábitos de vida poco saludables. Mientras tanto, para la diabetes tipo 1, gracias a la innovación tecnológica los pacientes, incluso, pueden acceder al deporte de alto rendimiento y generar una mejor calidad, de vida, quedando una brecha para prevenir o que puedan contar con un páncreas artificial”, explica la doctora Salinas.

Síguenos en Twitter