La pandemia del COVID-19, no solo ha generado la más grave crisis de salud en la historia de la humanidad, sino también, está afectando de manera devastadora la vida de las personas, sus fuentes de trabajo, la producción, el comercio y la economía global.
En este escenario, Red Pacto Global Chile, desarrolló en conjunto con las empresas adheridas, un documento denominado “Empresas Unidas para hacer frente al COVID-19”. Una guía basada en los Diez Principios de Pacto, la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y que pueden proporcionar ideas e inspiración para otros, en tiempos de crisis.
El estudio, donde participaron 44 grandes empresas de la Red, arrojó que más del 90% de ellas posee un plan de continuidad de las operaciones plasmado por escrito, y el 63,6% ha tenido repercusiones negativas en su balance final, tras introducir cambios en los procesos o servicios, debido a las medidas para minimizar los riesgos de contagio del virus.
Si bien, la mayoría de las empresas consultadas, ha intentado resguardar el empleo, no se han podido comprometer a no recurrir indefinidamente, a desvinculaciones, transmitiendo a sus colaboradores que harán todos los esfuerzos para impedirlo, y optando, antes de ellos, por reducciones de salarios, disminución de beneficios, adelanto de vacaciones y otras medidas menores al impacto del desempleo.
“La alta dirección de las empresas, y particularmente los directores y gerentes de las compañías, deben asumir hoy su rol como líderes estratégicos, para colaborar en la respuesta a la crisis, debido a su alta capacidad de influencia, no solo sobre la organización, sino también sobre la comunidad empresarial en su conjunto, sobre los gobiernos y sobre la sociedad”, afirma Margarita Ducci, directora ejecutiva, Red Pacto Global Chile.
La grave crisis, ha generado que las empresas se enfoquen en el bienestar colectivo más allá del individual; sus prioridades son claras y precisas, como privilegiar la protección a sus colaboradores y grupos de interés, cuidando la salud de todos ellos y de sus familias, implementando medidas sanitarias y de distanciamiento social en la operación de sus plantas e instalaciones. En este sentido, ha surgido o reforzado aún más, el sentimiento de solidaridad y de colaboración con un mismo propósito: enfrentar la pandemia sin dejar de lado, a nadie.
El estudio destaca que el 57,5% de las compañías consultadas indicaron que la reanudación total de sus operaciones después de la pandemia tardará entre 1 semana y 3 meses. Ante esta situación, las empresas han comenzado un proceso de reflexión sobre el propósito de la empresa, su rol social y su modelo de negocio en la denominada “nueva normalidad”.
El documento plasma además el concepto de co-construcción donde se releva el proceso creativo, social y activo basado en la colaboración entre todos los stakeholders de la empresa desde la gerencia, pasando por los trabajadores/as, sindicatos, cadena de valor y clientes.
También se afirma que el Teletrabajo no ha afectado la productividad, es más, permite flexibilizar horarios y contribuir con el medioambiente, ya que se ahorra tiempo y emisiones de carbono a raíz de la disminución de los desplazamientos a los lugares de trabajo.
En definitiva, el estudio concluye que la capacidad de adaptación, creatividad e innovación de las empresas será un factor fundamental que definirá el desarrollo de la institución. La cultura organizativa que impulse y premie la innovación y las sinergias entre distintos actores, serán claves para adaptarse a esta nueva modalidad, junto a la inversión en capital humano y el desarrollo de un liderazgo positivo.
PACTO GLOBAL
Pacto Global es la iniciativa de sostenibilidad empresarial más grande del mundo. Desde esta organización se realiza un llamado a las empresas para alinear sus estrategias y operaciones con los Diez Principios universales sobre derechos humanos, relaciones laborales, medio ambiente y anticorrupción.
La Agenda 2030 y los 17 ODS, aprobados en 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas, persiguen básicamente tres cosas: terminar con la pobreza extrema, luchar contra la desigualdad y la injusticia, y combatir el cambio climático. Se trata según la ONU, de “no dejar a nadie atrás” y para alcanzar el éxito, el papel de las empresas es determinante.
