Ex ministra de Salud analizó acciones del gobierno en el contexto de la crisis por COVID-19

5 agosto, 2020

–          María Soledad Barría participó en el conversatorio “Pandemia y desafíos de salud en clave de género”, organizado por la UTalca.

–          La ex secretaria de Estado sostuvo que “estamos ante una catástrofe sanitaria que sigue su curso de una manera dolorosa”.

–          En la actividad, la académica y antropóloga social de la casa de estudios maulina, Giselle Davis, sostuvo que la crisis provocada por el Coronavirus develó las inequidades sociales.

04 de agosto de 2020-. “Estamos ante una catástrofe sanitaria que sigue su curso de una manera dolorosa”, sostuvo la ex ministra de Salud, María Soledad Barría, en el contexto de un conversatorio, organizado por la Dirección de Género y el Departamento de Salud Pública de la Universidad de Talca. La ex autoridad hizo un análisis de la manera cómo el gobierno ha enfrentado la emergencia Sanitaria generada por la pandemia de Coronavirus.

Barría indicó que aun cuando hubo una reacción importante en materia de testeo para detectar contagios de COVID-19 en la población y se aumentó la capacidad de protección personal, al tiempo que se prepararon los hospitales para enfrentar la crisis, no se “consideró la atención primaria de salud, salvo en lo que tenía que ver con la vacuna contra la influenza. Se empezaron estos inventos de las cuarentenas dinámicas y flexibles que no se han usado en ninguna parte del mundo”, recalcó la ex ministra.

La profesional resaltó que tampoco se tuvo en cuenta que casi el 80% de la población pertenece a Fonasa y que la organización del sistema público de salud se basa en la atención primaria, con más de 2 mil establecimientos distribuidos en el territorio, y apenas 83 hospitales complejos.  “Entonces el concepto de salud que primó fue totalmente restringido a lo hospitalario, a la recuperación cuando ya se había producido la enfermedad y no se consideró la necesidad de trabajar en los territorios, evitando el contagio allí donde se produce”, dijo.

Asimismo, la ex secretaria de Estado afirmó que la pandemia no solo supone un tema sanitario e implica una multiplicidad de factores económicos-sociales que afectan fundamentalmente a las familias más pobres. “La mayor parte del impacto del estado de salud de la población no tiene que ver con la biología, tiene que ver con los determinantes económicos-sociales”, agregó.

 “Tenemos que buscar un sistema universal basado en redes de atención primaria que efectivamente otorgue garantías, levantando el tema de los territorios. El mayor problema ha sido no entender que los contagios se originan en lo local, y es allí donde tiene que haber integralidad en el trabajo y creo que la organización comunitaria es esperanzadora. Tiene que haber una búsqueda de un nosotros, de cuidarnos y ver las desigualdades. No somos todos iguales, no somos promedios”, resaltó.

Conversatorio

La ex autoridad fue una de las panelistas del conversatorio “Pandemia y desafíos de salud en clave de género”, organizado por la Universidad de Talca, instancia en la que también expuso la antropóloga social y académica del departamento de Salud Pública de casa de estudios, Giselle Davis. La profesional sostuvo que muchos expertos han señalado que “la actual crisis sanitaria ha develado las inequidades sociales”. Agregó que los efectos de la pandemia multidimensional han impactado especialmente a las mujeres, recargando sus roles tradicionales.

“Hay una postergación del propio cuidado y un aumento de la violencia doméstica, lo que se ha llamado la segunda pandemia”, dijo.

Barría  también se refirió al impacto de la enfermedad en los hogares chilenos. Agregó que el cierre de las escuelas, la presencia de la familia en las casas y la recarga de los trabajos domésticos son factores que afectan, en especial a las mujeres. “No es lógico que el trabajo  doméstico no se reparta. Este es un tema cultural contra el cual tenemos que hacer consciencia”, dijo.

Por su parte, la directora de Género de UTalca, Lorena Castro, indicó que la actividad invitó a reflexionar sobre las desigualdades estructurales en la salud y cómo la pandemia de Coronavirus las ha acentuado. “Pero esta crisis también nos ofrece una oportunidad para reconstruir y transformar estas desigualdades de género, repensando la salud que queremos desde un enfoque de los derechos humanos”, dijo.

“La Universidad de Talca  ha asumido públicamente un compromiso por la igualdad de género como perspectiva integrada del quehacer universitario, poniéndose así al servicio de la transformación de la sociedad”, añadió
Castro.

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