Ex ministro Mañalich y Conadecus se oponen a venta de medicamentos en supermercados

7 mayo, 2018

La eventual venta de medicamentos en supermercados, una de las medidas que el gobierno pretende implementar a través de los cambios al proyecto de Ley de Fármacos II, que se discute en el Congreso, es resistida por algunos sectores. Según el ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, la iniciativa no se necesita. A juicio del ex secretario de Estado, no se requiere de nuevas medidas, sino que las normativas actualmente vigentes se cumplan.

“Yo me manifiesto en contra de esta idea. Me parece que es inapropiado para las necesidades que tiene la ciudadanía hoy día. Lo que se necesita es que lo ordenado se cumpla”, indicó la ex autoridad, en el marco del Coloquio Gasto de Bolsillo en Medicamentos organizado por la carrera de Química y Farmacia y el Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la U. San Sebastián.

Por su parte, el presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), Hernán Calderón, afirmó “somos contrarios a la venta de medicamentos en góndolas de supermercados. Creemos que eso pone en peligro la vida de las personas, sino está detrás un profesional de la salud que oriente y asesore a los pacientes. No se debiera implementar una medida de este tipo”, dijo.

Regulación de precios

Sobre cuáles son las medidas que se requieren para mejorar el acceso a medicamentos, Mañalich indicó que la regulación de precios. “Este es un mercado imperfecto que necesita de ajustes”, dijo.

Al respecto, la ex autoridad afirmó que tenemos que avanzar hacia “un mecanismo de precio regulado. Hagamos una banda de precios y digamos que éste es el precio máximo o tope que se puede comprar o vender un medicamento sin subsidios. Eso es fácil de implementarlo”.

El presidente de Conadecus planteó que “los países que han logrado bajar la canasta de costos de medicamentos por persona, son aquellos que han adoptado políticas en materia de regulación de precios como el establecimiento de un valor máximo de cobro para una cierta cantidad de medicamentos esenciales y de acuerdo a parámetros internacionales”.

Sin embargo, José Manuel Cousiño, académico de la Facultad de Medicina y Ciencia de la U. San Sebastián (USS), expuso que ve difícil que se pueda hacer una fijación de precios en el mercado farmacéutico. No obstante, el docente cree que hay que reimpulsar la política de bioequivalencia vigente desde 2013, pero que aún no se implementa completamente.

“Hasta el momento lo que se ha cubierto con los medicamentos bioequivalentes es el 11 ó 12% de los principios activos existentes. Hay que considerar que en el listado del ISP son 505 los principios activos y se ha avanzado sólo con 155”, señaló Cousiño.

Los expertos señalan que se debe reivindicar el rol del químico farmacéutico, “para que efectivamente se produzca intercambiabilidad de los medicamentos. Los químicos farmacéuticos hasta ahora operan como dependientes administrativos de las farmacias, y no como actores del sistema de salud, ayudando educar, a comparar, aconsejando alos pacientes”, explicó Mañalich.

Fiscalización

No obstante, Calderón, enfatizó que todas “las medidas que se puedan tomar son parciales, sino se cambia la estructura del mercado y la forma en que se venden medicamentos”.

Sobre este punto, los expertos coinciden en que “hay que mejorar y potenciar la fiscalización que hace el Instituto de Salud Pública (ISP) y las Seremis de Salud y si por ejemplo una autoridad de salud va a un local y ocurre que no tienen medicamentos bioequivalentes, se pueda decretar su clausura por dos o tres días”, ejemplificó Mañalich.

Agregó que en caso que no haya fármacos disponibles en el mercado local o, “cuando no me quieran comercializar un determinado medicamento o me pongan un precio excesivo, se pueda importar directamente ese producto como lo quieren hacer los alcaldes de las farmacias populares con Cuba”, agregó la ex autoridad.

Canela 3.0

Sobre este tema, Hernán Calderón, cree que también hay que abordar otras malas prácticas del mercado y que él definió como la “canela 3.0”, es decir, la eventual concertación de precios de los medicamentos a través de una colusión que involucraría a médicos, laboratorios y farmacias por medio de las recetas.

“Lo que nosotros denunciamos y se refiere a lo que declaró oficialmente una cadena de farmacias respecto a un acuerdo con laboratorios para poder hacer rebajas a las personas en el precio de los medicamentos, pero triangulado esto con el médico que tenía un ticket o voucher con un determinado descuento. Además, la persona del mesón del local que lograba fidelizar a ese usuario recibía un premio”.

Síguenos en Twitter