Doctor en Fisiología de la Universidad de Antofagasta analizó las ventajas de jugar contra Argentina en el estadio Zorros del Desierto y preparar en la capital loína el partido siguiente con Bolivia por las Clasificatorias a Qatar 2022.
No hay margen de error. Si la selección chilena de fútbol quiere seguir soñando con el Mundial de Qatar 2022, debe sacar puntos en sus próximos dos duelos en las clasificatorias, como local ante Argentina, el 27 de enero, y frente a Bolivia, como visitante, el 1 de febrero. Por eso llevar el partido contra los trasandinos al estadio Zorros del Desierto de Calama se ha transformado en una alternativa real para la ANFP.
En teoría, los 2.260 metros sobre el nivel del mar de la capital loína incomodaría a los argentinos, a quienes históricamente les ha costado sacar resultados en estos ambientes, pero además permitirían a Chile “aclimatarse” para su siguiente duelo en La Paz.
El doctor en Fisiología y académico de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Antofagasta, David Andrade, explica que la clave para rendir en altura es la “aclimatización”, y por eso considera que la Roja efectivamente podría tener una ventaja sobre Argentina en Calama.
“El tiempo de exposición a la altura es muy importante, porque el organismo necesita adaptarse y los jugadores chilenos tendrán esa opción”, afirma el especialista, quien estima que esta estrategia también le serviría a la Roja para encarar mejor el duelo con Bolivia, aunque “no es posible saber cuánto, porque el salto a La Paz es grande”.
¿Cuáles son los principales efectos que podría tener en los jugadores de Chile y Argentina jugar a 2.260 metros sobre el nivel del mar, en Calama?
La respuesta de los jugadores será distinta dependiendo de la estrategia que tengan ambas selecciones. En el caso de Chile, si se expone con días de antelación estarán más adaptados a la altura, por lo tanto, la probabilidad de padecer mal agudo de montaña, o puna, junto con una caída de rendimiento físico y mental será menor. En cambio si Argentina busca la exposición aguda, que es viajar y competir el mismo día, como lo hizo con Bolivia cuando perdió 6-1 en 2009, probablemente evitarán la puna, al igual que Chile, pero la pérdida de rendimiento físico y mental es posible que sea mayor.
¿Entonces el tiempo de exposición es la clave?
En efecto, porque las adaptaciones se van generando en el tiempo. Todo organismo tiende a la homeostasis, o sea, a estar en un equilibrio dinámico. Por lo tanto, cualquier organismo cuando se expone a ambientes nuevos y extremos, necesita tiempo para adaptarse. En este caso yo creo que ambos equipos registrarán pérdidas de rendimiento jugando en la altura de Calama, pero Chile debiera tener menos porque sus jugadores se expondrán antes a esta condición que podríamos considerar extrema.
¿La selección puede utilizar otras estrategias de aclimatización?
Se han probado estrategias como exposición a través de cámaras de hipoxia normobáricas, pero no son muy efectivas, porque no logran recrear el ambiente natural (presión atmosférica, humedad, temperatura, entre otros). Se podría probar también con algunas estrategias farmacológicas, sin embargo, hoy la experiencia indica que el método más confiable y responsable es la exposición previa a la altura, como planea hacer Chile.
¿Cómo reaccionarán los jugadores chilenos considerando que gran parte de ellos tiene más de 33 años?
No existe evidencia que sugiera que la edad sea un factor determinante para padecer mal agudo de montaña, que es el mayor problema asociado a la exposición a gran altitud. Hay jugadores jóvenes que tienen mejor rendimiento físico que otros de más edad en distintos ambientes, pero eso tiene que ver con una capacidad propia del deportista, no necesariamente con la altura. Tampoco existe una medición o prueba para saber si un deportista tendrá mala o buena respuesta en ese ambiente.
Lo que sí sabemos es que los problemas asociados a la gran altitud se desarrollan de las primeras 12 a 24 horas y van reduciéndose luego de los 3 primeros días. Por eso es bueno tener ese tiempo de exposición anticipada y dar al organismo la capacidad de adaptarse y estar mejor preparado.
Jugadores importantes de Chile, como Ben Brereton, no están acostumbrados a la altura, ¿cómo puede afectarlos esta decisión?
Los jugadores que no están acostumbrados a la altura son una caja negra, no sabemos cómo reaccionarán. Sólo cuando estén ahí podremos ver cuánto los afecta. Ahora, si llegan a desarrollar puna, lo bueno es que el cuerpo médico tendrá tiempo suficiente para ayudarlos con alimentación liviana, agua y administración de oxígeno. Lo esperable es que si esto ocurre, alcancen a recuperarse antes del partido.
¿Qué tipo de preparación recomienda?
Nosotros como grupo de investigación en el Servicio de Deportes de la UA y la Facultad de Ciencias de la Salud, hemos publicado trabajos donde demostramos que con entrenamiento de saltos, podemos estimular el sistema neuromuscular y reducir la pérdida de rendimiento físico, pero no evitarla. En base a esto, uno puede sugerir que los jugadores 25 días antes del partido con Argentina implementen sesiones de 15 minutos de ejercicios pliométricos (saltos más desplazamientos) para que tengan mayor eficiencia al desplazarse en el campo de juego.
¿Cómo proyecta el desarrollo del partido considerando las diferentes estrategias que tendrán ambas selecciones?
Los argentinos probablemente no padecerán el mal agudo de montaña, pero sí perderán mayor condición física que Chile porque no estarán climatizados, y eso se notará principalmente en el segundo tiempo. Ese periodo será clave para la selección chilena, porque los jugadores, al haber estado unos días en Calama, estarán mejor preparados. Eso debería marcar una diferencia.
¿Alguna recomendación al técnico Martín Lasarte?
Yo creo que debería incluir a jugadores que aporten mayor velocidad al juego de la selección. Además, ten por seguro que en el segundo tiempo Argentina hará todo más lento para que el partido reduzca su intensidad, y apostarán al contraataque.
¿Servirá la preparación en Calama para el partido con Bolivia?
El salto es grande, estar a 2.260 va servir, pero no evitará la pérdida de rendimiento, porque hay una situación innegable, que es la reducción de la presión parcial de oxígeno a 3.640 metros sobre el nivel del mar. Pero de que servirá, servirá. Cuánto, no lo sabemos.
