Expertos debaten sobre los desafíos regionales en materia de inocuidad alimentaria

31 julio, 2022

Profesionales de la Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria, ACHIPIA, y de la Seremía de Agricultura de la Región de O’Higgins visitaron dos de los laboratorios del Campus Colchagua de la Universidad de O’Higgins (UOH): la Unidad de Análisis Químico y Biológico; que identifica residuos de medicamentos y plaguicidas en productos alimenticios, entre otras matrices; y el Laboratorio de Inocuidad Alimentaria (LIA), que se dedica exclusivamente al análisis de peligros microbiológicos de los alimentos.

Ambos laboratorios están ubicados en la comuna de San Fernando y son parte del proyecto “Transferencia de un modelo de inocuidad agroalimentaria regional”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de O’Higgins (FIC) y su Consejo Regional, enmarcado en la Estrategia Regional de Innovación y que además, cuenta con el apoyo de las seremis de Agricultura y Economía, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) y de privados como Horticrece, Coopeumo, Cooagricam, la Corporación Apícola de la región y Apiunisexta.

Diego Varela, secretario ejecutivo de ACHIPIA, valoró mucho la iniciativa. “Para que un sistema regional de inocuidad y calidad de los alimentos funcione, se hace necesario contar con laboratorios como éstos que vimos hoy, bien equipados y que cuenten con profesionales capacitados que están al servicio de los productores”, señaló.

Durante la visita también se abordaron temas para futuras colaboraciones entre la UOH y ACHIPIA. “Pudimos conversar sobre los desafíos que tiene la región en cuanto inocuidad alimentaria y también sobre las capacidades técnicas que tiene O’Higgins y cómo estos laboratorios se podrán en el futuro incorporar a la red de laboratorios que tiene ACHIPIA”, comentó Claudia Foerster, coordinadora del proyecto y académica de la Universidad de O’Higgins.

La importancia de que un alimento sea inocuo

La inocuidad de un alimento es la garantía de que éste no causará daño al consumidor, cuando sea preparado o ingerido. Además de salvaguardar el bienestar de los consumidores, ésta es crucial para que los productores agrícolas puedan acceder a mercados competitivos. Es un tema que mantiene preocupadas a las autoridades sanitarias a nivel mundial ya que según datos de la Organización de las Naciones Unidas Para la Alimentación y la Agricultura -FAO- cada año, una de cada diez personas en el mundo enferma por comer alimentos contaminados.

“Particularmente el LIA permitirá realizar un sistema de monitoreo de los peligros microbiológicos a nivel productivo local y nacional. Actualmente, estamos realizando de: Enterobacterias, Escherichia coli, Salmonella, Recuento Aerobios Mesófilos y Clostridium sulfito reductores”, comenta Foerster.

“El sistema de monitoreo servirá para tomar decisiones informadas y basadas en ciencia y desde la problemática local, tanto en el ámbito productivo como por parte de las autoridades”, agregó.

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