DECLARACIÓN PÚBLICA
Los efectos sociales de la crisis sanitaria están afectando profundamente a las comunidades y territorios que representamos. Nuestros vecinos y vecinas de sectores medios y vulnerables padecen la paralización de actividades productivas o de sus proyectos laborales, la cesantía, la falta de recursos para enfrentar el día a día con sus familias. Esto se agudiza en las comunas que se encuentran en cuarentena. Las municipalidades del país estamos recibiendo a diario cientos de peticiones para ir en ayuda de los más necesitados y de aquellos que hasta hace poco estaban en una situación económica estable. Solicitudes de ayudas sociales, económicas, atención primaria de salud, atención para los alumnos de nuestros colegios o visitas en terreno ocupan la agenda diaria de los funcionarios municipales. Vaya para ellos nuestro agradecimiento, valoración y solidaridad.
Los alcaldes, alcaldesas, concejales y concejalas estamos permanentemente solicitando se considere nuestra opinión y participación en las decisiones. No lo hacemos por presión ni capricho, sino porque recogemos la voz de nuestros vecinos y vecinas, de organizaciones sociales, de la comunidad en general, que acude a nosotros como el primer eslabón del estado para demandar sus soluciones. Hemos dicho también que en esta crisis el trabajo conjunto entre las municipalidades, el gobierno central y el parlamento deben fortalecer una unidad sólida y permanente y sin distingos de ninguna clase. Tenemos la gran posibilidad de forjar los acuerdos que el país requiere.
En la actualidad un creciente número de comunas están en cuarentena o han tenido esta medida durante días o semanas. Al inicio fueron 9 y hoy llegan a 35, lo que equivale a una población cercana a los 5 millones de personas (ver anexo: Comunas en cuarentena). Otras tantas están con medidas como cordones sanitarios, prohibición de entrada o restricción de movilidad. Ello ha instalado en la ciudadanía de nuestros territorios la angustia y preocupación por la subsistencia familiar durante los días que dure la medida. Miles de ellas, sin empleos, requieren de la ayuda inmediata para sobrellevar este tiempo.
Como Directorio de la Asociación Chilena de Municipalidades hemos planteado la urgencia de contar con un ingreso familiar asegurado para las familias de nuestras comunas y que están viviendo la crisis, el confinamiento o la cuarentena. Contar con ello no solo es un recurso de subsistencia básica, sino también una ayuda para dinamizar las alicaídas economías locales, beneficiando al comercio y otras actividades. Solicitamos entonces un esfuerzo adicional del gobierno central, que apunte a considerar y disponer de los recursos suficientes para la más amplia cobertura posible. Por ello llamamos a las autoridades y parlamentarios a apoyar decididamente el actual proyecto de ley que considera un ingreso familiar de emergencia, que permita cubrir en parte las necesidades más urgentes de la población, con una duración mínima de tres meses, con un monto fijo que tenga en consideración al menos la posibilidad de cubrir los valores de la canasta mínima familiar para la línea de la pobreza y con la cobertura que permita atender el extenso espectro de quienes lo están pasando mal en estos días. Reiteramos para ello la ineludible voluntad transversal y la máxima urgencia para su total aprobación.
Es tiempo de llevar esperanza a las familias chilenas y estamos seguros de que esta ayuda podrá aliviar en parte la angustia de quienes hoy están sufriendo.
DIRECTORIO
ASOCIACIÓN CHILENA DE MUNICIPALIDADES
