Ordenanza de Artes Callejeras en Valparaíso llega a su fase final

13 febrero, 2019
  • Iniciativa busca fomentar, proteger y regular las actividades de este tipo

La Dirección de Cultura de la Alcaldía Ciudadana en conjunto con vecinos, vecinas y artistas callejeros de Valparaíso, viene trabajando en una ordenanza de artes urbanas desde agosto de 2017, para favorecer el desarrollo de expresiones artísticas en la ciudad.

A través de congresos culturales ciudadanos, encuestas, mesas técnicas y jornadas de trabajo en general, hace más de un año la comunidad organizada, incluyendo vecinos y artistas callejeros, en conjunto a la Municipalidad de Valparaíso han venido trabajando en esta Ordenanza de Artes Callejeras, a la que le quedarían tres etapas restantes, el ingreso a la Dirección Jurídica y de Control, seguido de la discusión en Comisión Mixta de Cultura y Régimen Interno, para dar paso a su aprobación en el Concejo Municipal.

Respecto a la ordenanza, Isabella Monsó, encargada de la Dirección de Cultura del municipio porteño explicó que “hay una serie de regulaciones que se incorporan en esta ordenanza, que están acordes a las necesidades y realidades de los artistas callejeros para promoverlos y poner en valor su trabajo. Existe un  catastro que se realiza cada vez que el artista va a solicitar el permiso. Hay un tope máximo del tiempo que pueden estar los artistas callejeros en determinados puntos de la ciudad. Entonces se genera una alternancia”.

Además agregó que “está la propuesta de generar una política de fomento a las artes callejeras, que establezca los mecanismos mediante los cuales la institucionalidad en conjunto con la ciudadanía puedan ejercer una colaboración proactiva para promover el ejercicio de estas expresiones en el espacio público”.

Para la presidenta del Sindicato de Músicos de la vía pública y el transporte de Valparaíso, Melisa Johnson, “que se esté elaborando una ordenanza, en vez de simplemente prohibir esta actividad para todos los que vivimos de la música, es positivo. Además dentro de este proyecto se hizo una encuesta que reflejaba que un gran porcentaje de los porteños aprobaban y disfrutaban de estas expresiones culturales.  Entonces espero que esto sea el comienzo de la mejora de nuestra labor y del concepto que tienen de nuestro rol todos los ciudadanos y que se haga conciencia de la importancia del artista como actor cultural dentro de una sociedad”.

Actualmente en el Congreso se discute un proyecto de ley que regula la exhibición y ejecución artística en los Bienes Nacionales de Uso Público, así también en otras comunas del país se han aprobado ordenanzas referidas al mismo tema, pero que en algunos casos vienen a traer políticas más bien restrictivas y prohibitivas para las y los artistas callejeros, en contraste con  esta ordenanza, que  luego de un proceso íntegramente participativo con la comunidad porteña, lo que busca es  impulsar  un instrumento de regulación urbana que si bien regule este quehacer , le permita a las y los artistas  que realizan intervenciones artísticas en el  Bien Nacional de Uso Público desarrollar su trabajo en mejores y claras condiciones, y en armonía con las personas  y otras actividades que se desarrollan en la ciudad.

Evelyn Haryvar, locataria del paseo Atkinson de Valparaíso, destacó el rol que va a tener esta ordenanza, diciendo que “encuentro que es súper importante que las personas sepan participar, desde quienes están recitando en la calle, los turistas, los locatarios de negocios, gente que vive en Valparaíso, que todos seamos parte y que todos podamos contribuir en lo que nos gusta, lo que nos molesta y lo que nos incomoda”, agregando que “Valparaiso es música, es arte y eso es lindo, esas intervenciones son algo espectacular, pero igual debe ser regulado porque si no se transforma en un caos”

En tanto, el Mimo Tuga  fue consultado al respecto de esta iniciativa, manifestó su opinión a través de un letrero que decía “yo apoyo la Ordenanza de Artistas Callejeros de Valparaíso”.

Ya concluidas las etapas de participación ciudadana, se espera que el texto final sea aprobado por el Concejo Municipal hacia finales de febrero.

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