Un total de 120 internas del Centro Penitenciario de San Miguel reciben mamografías gratis: “Nos sentimos privilegiadas”

17 junio, 2017

“Yo nunca pensé que acá, en este lugar, me iba a poder hacer una mamografía”. Con esas palabras describe Susana, quien permanece interna en el Centro Penitenciario Femenino de San Miguel, su sorpresa al haber podido contar con la posibilidad de prevenir el cáncer y de manera gratuita.

Desde el lunes 12 de junio y hasta este jueves 15, un total de 120 internas pudieron practicarse el examen y asistir a charlas de concientización y autocuidado sobre el tema, a través de una iniciativa organizada por la Comunidad Kanon, formada por estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil Industrial de la Universidad de Chile. Su realización contó con el apoyo de la Defensoría Penal Pública (DPP), Gendarmería, el Servicio Nacional de la Mujer, el Laboratorio Clínico y Centro de Diagnóstico Blanco y la ONG Leasur.

Una de las beneficiadas por el programa fue Silvia, quien se hizo esta semana su primera mamografía después de 30 años. Si bien no tiene familiares que hubieran sufrido la enfermedad, recuerda a una amiga muy cercana que falleció a los 25 años de edad debido a cáncer de mama.

“No sabíamos mucho de esto. Siempre dicen que hay que hacerse el test mamario, pero nunca dan la posibilidad de hacérselo gratuitamente. Uno ve tan lejanas estas cosas… Por eso es una muy buena iniciativa que hagan esto”, señaló.

“Nos sentimos privilegiadas, porque finalmente se podría haber hecho esto en cualquier otro sitio, pero eligieron justo este lugar que es donde más se necesita”, apuntó Susana.

Ignacio Briceño, integrante de Comunidad Kanon, destacó la importancia «de comunicar a más gente este tipo de iniciativas. Creo firmemente en que las sociedades con mayor calidad de vida se construyen desde abajo, desde las personas que las formamos. Seamos más inclusivos, tengamos más empatía, preocupémonos por el que está al lado. Si seguimos este ejemplo, podemos crear un país mucho más justo y en el que la gente viva mejor”.

“Nuestra próxima meta es buscar que un proyecto como este tenga continuidad y que ojalá se realice año tras año. Son aproximadamente mil las imputadas que viven en el Centro Penitenciario, y con nuestro alcance de estudiantes pudimos quizás mejorar la vida de 120. Queda mucho paño por cortar y es por eso que intentaremos presentar esto a las autoridades pertinentes para trabajar en conjunto, y que se adopten iniciativas tan necesarias como las que estamos haciendo hoy».

Matías Bustamante, también miembro de la Comunidad Kanon, consideró “inmensamente gratificante” haber podido llevar a cabo la experiencia en el Centro Penitenciario Femenino. “Buscamos impactar de manera positiva en un tema tan importante como el cáncer de mamas, y en una población que muchas veces se ve vulnerada por la falta de recursos, como es el caso de las imputadas”, explicó.

También reconoció las dificultades que enfrenta la realización de iniciativas de apoyo dirigidas a las personas privadas de libertad, “debido a un sinfín de sesgos culturales y tabúes en la sociedad que terminan marginándolas”.

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