Banco Central publica IPoM de diciembre: Para el año 2020 se prevé que el PIB crezca entre 0,5 y 1,5%

5 diciembre, 2019

El Banco Central de Chile publicó hoy el Informe de Política Monetaria (IPoM) de
diciembre de 2019, en el que destaca que la crisis social ha generado cambios
importantes en el escenario macroeconómico, afectando negativamente la actividad de
corto plazo. Con esto, este año el PIB total acumulará un crecimiento en torno a 1%,
considerablemente por debajo de lo previsto en septiembre, como producto de una caída
de la actividad en el cuarto trimestre de -2,5%. Esta proyección contempla que tanto el
consumo como la inversión tendrán variaciones anuales negativas en la última parte del
2019, debilidad concentrada en sus componentes transables.
Para el año 2020 se prevé que el PIB crezca entre 0,5 y 1,5%, cifra que se incrementará
a entre 2,5 y 3,5% en 2021. Esto supone que las disrupciones que están afectando la
economía irán desapareciendo en el curso de los próximos trimestres, al mismo tiempo
que se irá reduciendo la incertidumbre que afecta las decisiones de consumo y de
inversión.
El Informe, disponible en el sitio web institucional, señala que los impactos de la crisis
social sobre el escenario macroeconómico se han ido haciendo evidentes. En lo
inmediato, se ha producido un brusco deterioro en la actividad de casi todos los sectores
y una mayor volatilidad en los precios financieros, especialmente el tipo de cambio,
contenidos por las medidas aplicadas en las últimas tres semanas por el Banco Central.
Las expectativas de hogares y empresas se han debilitado de forma muy significativa,
lo que anticipa un bajo crecimiento para el 2020.
Sostiene que el actual escenario presenta un grado de incertidumbre mayor que el
habitual, tanto por las dudas respecto de la duración de las disrupciones, como por la
evolución de la situación política y los fundamentos de mediano plazo. Un factor clave
en la evolución futura de la economía será la confianza de hogares y empresas, y su
relación con el desempeño del mercado laboral, el consumo y la inversión.
El IPoM agrega que la crisis social se ha caracterizado por demandas sociales que han
llevado a la discusión de cambios institucionales relevantes —como una nueva
constitución— y mayores presiones en el gasto fiscal. Este proceso no tendría en sí
mismo un impacto económico, pero si lo han tenido los episodios de violencia
significativos y prolongados que se han producido desde el 18 de octubre, los que han
provocado importantes disrupciones en el sistema productivo, incidiendo fuertemente
en una menor actividad y debilitando el empleo.
NOTA DE PRENSA
Los mercados financieros se han visto tensionados por fuertes movimientos en los
precios, que en algunos casos han ido más allá de lo justificable por la mayor percepción
de riesgo país. El Consejo del Banco ha adoptado diversas medidas para mejorar la
liquidez en pesos y en dólares, y decidió el pasado jueves intervenir el mercado
cambiario para mitigar la alta volatilidad del tipo de cambio y ayudar a que los ajustes
ocurran de manera adecuada.
El mayor impulso fiscal recientemente anunciado por el Ministro de Hacienda, unido a la
ya alta expansividad de la política monetaria, ayudará a contener el deterioro de la
economía y el aumento del desempleo. La desaceleración del crecimiento ampliará la
brecha de actividad en el horizonte de política monetaria, conteniendo las presiones del
tipo de cambio sobre la inflación, la que, después de acercarse al 4% en su medición de
IPC total (cerca de 3,5% según el IPC SAE o inflación subyacente), se iría reduciendo
gradualmente en la segunda mitad del año, para converger a la meta de política en
2021.

TPM
Así, en base a estos antecedentes, se señala que el Consejo considera que el actual
estímulo monetario es el adecuado para el logro de la meta de inflación, teniendo
presente el estado actual del impulso fiscal y la política cambiaria. Las expectativas de
mercado, que no anticipan mayores ajustes en la TPM y que mantienen una expectativa
de inflación a dos años plazo en 3%, son coherentes con este diagnóstico.
No obstante, advierte que las proyecciones de este IPoM se construyen en un contexto
de mayor incertidumbre que la habitual. El escenario base supone un patrón de
recuperación de la economía que se inicia incipientemente en diciembre, y luego
prosigue con mejoría paulatina de la demanda. Una condición clave para que este
escenario se cumpla, es que la incertidumbre se reduzca significativamente y que los
distintos sectores económicos puedan retomar sus procesos productivos.
Agrega que evidencia de episodios similares en otros países, muestra que aquellas
sociedades que han logrado acuerdos que mejoran la institucionalidad y gobernabilidad
pueden transitar por estos cambios profundos con efectos acotados en la actividad y el
empleo. Sin embargo, advierte que, de no darse este escenario, el panorama para la
economía sería más sombrío, y el empuje conjunto de la política monetaria y fiscal no
serían suficientes para evitar una recesión y el aumento persistente del desempleo.
Agrega que el Consejo evaluará las implicancias de los desarrollos futuros, reafirmando
su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la
inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de dos años.

Mercado laboral
El Informe señala que diversas fuentes de información apuntan a que el mercado laboral
ya estaría deteriorándose. Por un lado, en una encuesta aplicada por el Banco durante
la tercera semana indica que algo más de la mitad de quienes respondieron creen que
su dotación tendrá algún descenso en el 2020. Por otro, respecto de igual mes del 2018,
las cifras de la Dirección del Trabajo de noviembre mostraron un aumento de casi 13%
en el número de finiquitos laborales, lo que se explica casi en su totalidad por despidos
por necesidad de la empresa. De mantenerse la relación histórica entre la demanda de
trabajo y la actividad, y de no producirse cambios significativos por el lado de la oferta,
la tasa de desempleo podría superar el 10% a inicios del 2020. En la medida que la
actividad mejore durante el próximo año esta cifra podría reducirse gradualmente, en lo
que también cooperaría el apoyo de la expansividad monetaria y fiscal.
Inversión
En cuanto a la inversión, el Informe indica que su evolución esperada para el 2020 se
corrige de forma importante, proyectándose una caída de 4% anual en el escenario base.
Ello responde a un descenso significativo de la inversión privada no minera. Esto es
coherente con la mayor incertidumbre y el agudo deterioro de la confianza empresarial
—como lo refleja el IMCE de noviembre—, los mayores costos que enfrentan las
empresas en diversos ámbitos —entre ellos, el efecto de la depreciación del peso en el
costo de la maquinaria importada—, y el deterioro de las condiciones financieras,
incluyendo la caída de la bolsa y las alzas de tasas y spreads corporativos.
Los impactos negativos sobre la inversión se compensan, parcialmente, por la
continuación de los grandes proyectos de inversión ya iniciados –especialmente en la
minería–, el aumento de la inversión pública y la política monetaria expansiva.
Impulso monetario y fiscal
A la recuperación del crecimiento prevista a lo largo del 2020, señala el Informe,
contribuirá una política monetaria que seguirá siendo expansiva, un mayor impulso
fiscal, la recuperación de las exportaciones, y la paulatina disipación de la incertidumbre
y las disrupciones que han afectado a la economía. En el ámbito fiscal, esto considera
los anuncios realizados por el Ministerio de Hacienda el lunes 2 de diciembre, que
implican para el próximo año un aumento del gasto público de 9,8% respecto del
presupuesto anterior. El Consejo estima que este mayor impulso fiscal es coherente con
el estímulo a la demanda que se requiere en el actual escenario macroeconómico, entre
otras razones, porque tiene mayor capacidad para incidir en el crecimiento, en un
contexto donde la incertidumbre podría estar reduciendo la efectividad de los canales de
transmisión tradicionales de la política monetaria.

Mercado financiero
El IPoM indica que la mayor incertidumbre local ha comenzado a afectar las condiciones
de crédito interno. Si bien las tasas de interés permanecen en niveles bajos en
perspectiva histórica, diversas fuentes de información cualitativa muestran un
estrechamiento de las condiciones financieras.
Escenario Internacional
Respecto al escenario internacional se prevé que éste no proveerá un impulso
significativo al crecimiento chileno. El escenario base —tras la fuerte corrección a la baja
que se realizó en septiembre— sigue previendo que el crecimiento mundial del bienio
2020-2021 será de los más bajos de la última década. La evolución proyectada de los
términos de intercambio se deteriora algo respecto de septiembre, con un precio del
cobre que promediará en torno US$ 2,7 la libra en el 2020-2021.

Principales proyecciones del escenario base
2019(f) 2020(f) 2021(f)
Crecimiento (%) 1,0 0,5-1,5 2,5-3,5
Demanda interna (%) 0,3 -1,6 4,1
– Formación Bruta de Capital Fijo (%) 2,5 -4,0 3,2
– Consumo total (%) 1,1 1,1 3,1
Exportaciones de bienes y servicios -1,1 2,2 2,2
Importaciones de bienes y servicios -3,8 -7,3 5,5
Cuenta corriente (% del PIB) -2,9 -0,2 -0,8
2019(f) 2020(f) 2021(f)
Precio del cobre BML (US$cent/libra) 270 270 275
Precio del petróleo WTI (US$/barril) 57 56 53
Precio del petróleo Brent (US$/barril) 64 60 58
INFLACION IPC 2019(f) 2020(f) 2021(f)
Promedio (%) 2,3 3,9 3,1
Diciembre (%) 3,4 3,5 3,0
En torno a 2 años (%) (*) 3,0

(*) Corresponde a la inflación proyectada para el cuarto trimestre del 2021.

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