Huelga Latam continúa: Sindicato acusa a la empresa de mala fe y asamblea rechaza imposición de extender beneficios a no sindicalizados

18 abril, 2018
  • En su noveno día de huelga, la ausencia de los tripulantes certificados para mantener la seguridad en los vuelos de la compañía ha provocado la cancelación de más de 1.100 vuelos.

  • Latam deberá dar descanso a tripulantes que hoy vuelan en crisis de seguridad y con una operación al límite de su capacidad.

Sindicato flexibiliza su demanda para llegar acuerdo, permitiendo acercar posiciones en la tarde-noche del lunes 16, lo que se tradujo en un preacuerdo que necesariamente debía ser ratificado por la asamblea. La propuesta contenía varios componentes contrarios a los derechos y beneficios ya logrados, pero el punto de quiebre, que la asamblea no estuvo dispuesta aceptar fue la imposición para extender beneficios a los trabajadores no sindicalizados, mecanismo destinado a debilitar al Sindicato y que desvaloriza el sacrificio y años de trabajo y preparación para enfrentar a la empresa aeronáutica más grande de Latinoamérica.

El Sindicato de Tripulantes de Cabina de Lan Express – STCLE, desmiente las informaciones vertidas por LATAM con la intención de manipular a la opinión pública al difundir anticipadamente que había logrado un acuerdo sin la necesaria ratificación de las bases del sindicato y la tergiversación de los hechos desencadenados tras el preacuerdo y posterior rechazo de la asamblea.

Los tripulantes de Lan Express, filial nacional de LATAM, se encuentra en huelga legal desde el martes 10 abril,paralizando a más de 800 trabajadores, derivando en la cancelación de más de mil vuelos, han centrado esta negociación en el mejoramiento de las condiciones de trabajo, especialmente en lograr secuencias de turnos que permitan el descanso medianamente adecuado para terminar con la fatiga y somnolencia que afecta a la mayoría de los tripulantes de Lan Express y con ella prevenir efectos en la salud de los trabajadores y en la seguridad de los vuelos, basados tanto en la opinión de los tripulantes como en los resultados del estudio de fatiga realizado por la Universidad de Santiago.

El sindicato ha mostrado una permanente disposición al diálogo, no sólo declarativo, sino activo, con llamados y propuestas concretas a la empresa que le permitieran abandonar su postura inflexible y soberbia para discutir fórmulas de mejorar las condiciones de descanso. Incluso, cediendo la legitimidad de incrementar la remuneración de los trabajadores durante una negociación colectiva.

Es cierto que la empresa ofreció bajar la actual secuencia de turnos de 8×4 a un tope máximo de 7×4, pero LATAM omitió a la opinión pública que siempre condicionó esta oferta a quitar otros beneficios que en la práctica empeoraban la condición que descanso.

No es fácil estar en huelga, cada día LATAM opera con todo su poder y potencia como la gigante de aviación que es. Los tripulantes saben que cada día cuenta y será descontado de sus salarios, por eso desde el domingo prepararon una propuesta que flexibilizaba su demanda por un día libre más en función de otros mecanismos que corrigieran y mejoraran por otras vías el descanso y así construir un acuerdo. La Compañía pareció abrirse a esta alternativa el lunes e hizo contrapropuestas que acercaban las posiciones, pero casi al cierre de un posible preacuerdo solicitó incluir una nueva cláusula que otorgaba más flexibilidad a los turnos, impactando negativamente en el descanso. La impuso con la amenaza de quitar el bono de fin de conflicto de su propuesta, factor relevante porque va destinado a mitigar el impacto de la ausencia de salario por cada día de huelga.

La asamblea discutió ampliamente los detalles de la propuesta de LATAM, conscientes de no lograr todo lo deseado, pero lo que no estuvo dispuesta a aceptar fue la soberbia de una empresa implacable en su objetivo de debilitar a la organización sindical, al condicionar el preacuerdo construido durante días a la aceptación de extender los beneficios a los no sindicalizados. Los trabajadores de LATAM han asumido el costo histórico de una huelga, saben de las medidas de represalia que la empresa toma luego de ejercer este derecho, razón por la cual en las movilizaciones usan máscaras, disminuyendo las posibilidades de reconocimiento y persecuciones que saben vendrán. En este contexto,la asamblea se negó a que el bono de término de conflicto fuera también extendido a los no sindicalizados, como obligaba la Compañía, a los que no han sido parte del proceso y no han realizado los esfuerzos de los sindicalizados para construir este contrato. Sería algo así como un premio por no estar sindicalizado.

“Nos entristece profundamente que la empresa haya preferido costear las millonarias pérdidas que ha significado la huelga, con el daño que eso significa a los pasajeros y trabajadores, en vez de aceptar las legítimas demandas de los trabajadores por tener un descanso mínimo que asegure su salud, que habría tenido un costo económico mucho menor”, dijo Silka Seitz, presidenta del Sindicato al salir de la fallida mesa de negociación del martes 17 de Abril.

El Sindicato ha sido enfático en manifestar que NO existe voluntad de la empresa en cerrar un acuerdo y además la compañía ha desinformado abiertamente en múltiples declaraciones a la prensa, entregando datos falsos y tratando de confundir a la opinión pública.

La huelga continúa, la Compañía en los próximos días aumentará la cancelación de vuelos y deberá dar descanso a los tripulantes que obliga a volar en condiciones de crisis de seguridad y con una operación al límite de su capacidad.

Existen además múltiples denuncias por prácticas antisindicales, por la no renovación de contrato de 70 trabajadores con fuero durante la negociación, por reemplazo en huelga y por impedir que el sindicato ejerciera su derecho a entregar información a sus asociados.

El sindicato manifiesta nuevamente su disposición a llegar a un acuerdo, pero se requiere  que exista por lo menos un pequeño gesto de la empresa en esta dirección, en vez de realizar gastos destinados a debilitar el sindicato.

Lamentamos mucho que la inflexibilidad de la compañía repercuta negativamente en los pasajeros, pero la decisión ahora se encuentra en manos de la empresa.

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