Informe CChC: Una caída de la inversión en construcción de 4,6% anual proyecta para este año 2022

29 junio, 2022

▪ Esto impacta el desarrollo de proyectos de vivienda y de infraestructura, así  como la creación de empleo. El gremio estima que a fin de año habrá en el  sector 4.000 cesantes más que en 2021. 

▪ Considerando las bajas expectativas de crecimiento de la economía para el  próximo año, el presidente de la CChC llamó a fortalecer la colaboración  público-privada y la inversión privada. 

Santiago, 29 de junio 2022. Una caída de la inversión en construcción de 4,6%  anual proyecta para este año 2022 la Cámara Chilena de la Construcción (CChC),  lo que representa un claro empeoramiento de las estimaciones para la industria en comparación con las realizadas hace solo algunos meses, en que se preveía  que la inversión sectorial se contraería 3% en relación con el año pasado. 

Antonio Errázuriz, presidente de la CChC, sostuvo que “al revisar una serie de  indicadores vemos que, lamentablemente, el sector de la construcción está  perdiendo rápidamente dinamismo y muestra un comportamiento que, el revisar  la historia, se podría calificar de precrisis. Y esto significa que uno de los motores  de la economía, como es la construcción, está disminuyendo en forma importante  su capacidad para impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo”. 

Evidencias de un año difícil 

1. Caída de la inversión: Durante los tres primeros meses de este año la inversión  en construcción aumentó casi 5% respecto del mismo periodo del año pasado, pero cayó más de 7% en comparación con el trimestre inmediatamente anterior. 

2. Actividad a la baja: La mayoría de los indicadores de actividad de la  construcción registraron fuertes caídas. Por ende, el índice mensual de  actividad de la construcción, Imacon, se contrajo en abril casi 10% anual,  tendencia que, se estima, se mantendría en los próximos meses. 

3. Menor venta de viviendas: En el período enero-marzo la venta de viviendas en  Santiago cayó 41% anual a raíz de menores ventas tanto de departamentos (- 40%) como de casas (-46%). Los datos preliminares de abril y mayo avalan un escenario muy deprimido para la demanda por vivienda, con cifras de ventas  similares a las de años de crisis. 

4. Menos proyectos nuevos: Se observa también una tendencia a la baja en el  ingreso de nuevos proyectos habitacionales. Durante el primer trimestre de  2022 ingresaron solo 5.361 unidades, lo que implicó una caída de 13% anual y  de 7% en el margen (vs. cuarto trimestre 2021). 

5. Cambio de tendencia en infraestructura: Después de 14 meses de crecimiento,  la actividad de infraestructura evidencia menores incrementos. En abril, por  ejemplo, aumentó 9,8% en doce meses, pero cayó 13,7% respecto de marzo. 

6. Efecto en el empleo: Este escenario ha impactado negativamente en el empleo  que, así como se recuperó después del período peak de la pandemia, muestra  en lo más reciente una caída del empleo formal y una estabilización del empleo  informal. 

Principales causas del bajo desempeño 

1. Se mantiene al alza el precio de los materiales: Lejos de moderarse, este  problema se ha agravado. Entre los materiales de uso más frecuente en la  construcción y que en abril presentaron importantes alzas de precios destacan:  hormigón premezclado (+40% anual), productos de hierro y acero (+33% anual)  y madera aserrada, cepillada y astillada (+20%anual). 

Esta situación ha impactado, entre otros, a más de 200 proyectos de  infraestructura pública que se están ejecutando a lo largo de todo el país. Entre  estos, destacan proyectos de edificación pública que, según el Ministerio de  Desarrollo Social, beneficiarían a casi 10 millones de personas. 

2. Restricciones al financiamiento: El aumento de la inflación y las medidas para  contenerla han llevado a sucesivos aumentos de la Tasa de Política Monetaria,  lo que se ha visto reflejado en crecientes tasas de interés de los créditos  hipotecarios. Así, el dividendo para financiar el 80% de una vivienda de 2.000  UF en un plazo de 30 años llegaba en 2021 a cerca de $183.000. Ese  dividendo, con una inflación de 15% y a 20 años plazo, podría llegar a más de  $403.000. 

3. Elevada incertidumbre político-regulatoria: Al aumento del precio de los  materiales y las condiciones más restrictivas para acceder a crédito (tanto para  las personas como para las empresas), se suma también la burocracia estatal, el retraso en los pagos por parte de empresas públicas y un factor que ha  cobrado especial relevancia en los últimos meses, como es una creciente  incertidumbre político-regulatoria, que está inhibiendo las decisiones de  inversión. 

Errázuriz agregó que la menor actividad que provocan estas variables también  afecta las estimaciones de creación de empleo. Según estima la CChC, este año  terminará con 90.000 rabajadores desempleados, 4.000 más que el año pasado. 

Propuestas 

Dado este escenario poco auspicioso y las altas posibilidades de que el próximo  año la economía entre en un período de recesión, el presidente de la CChC  planteó la necesidad de “impulsar con urgencia y con mucha fuerza la  colaboración público-privada, para que el proceso de ajuste que estamos viviendo  sea lo menor dañino para las familias. Y, en este sentido, un elemento central es  impulsar la inversión privada, que representa en el 70% y el 75% de la inversión  total de la economía y del empleo”. Para ello, el dirigente gremial propuso seis  medidas: 

1. Evaluar la propuesta de reforma tributaria y reformas laborales considerando  oportunidad, gradualidad, focalización e incentivos a la inversión.  2. Disminuir la burocracia estatal y asegurar que los mandantes públicos cumplan  con sus pagos de manera oportuna por proyectos realizados. 

3. Autorizar soluciones excepcionales ante una situación excepcional e  imprevistas como es el severo aumento del precio de los materiales de  construcción. 

4. Acelerar las medidas que contribuyan a mejorar la productividad tanto del país  en general como del sector de la construcción en particular. 

5. Evaluar la propuesta de nuevo texto constitucional a la luz de su capacidad de  impulsar el emprendimiento, la iniciativa privada, la inversión y el empleo.

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