Jefa de Estado participó en el segmento de Alto Nivel de la Conferencia Mundial de la OMS sobre las Enfermedades No Transmisibles. Destacó los buenos resultados de la ley de alimentos en los niños y niñas del país.
En el marco de su visita de trabajo a Montevideo, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, llegó hasta la sede del Mercosur para participar en el segmento de Alto Nivel de la Conferencia Mundial de la OMS sobre las Enfermedades No Transmisibles.
Durante su intervención, la Jefa de Estado abordó los desafíos que enfrentan los países de la región en salud pública y repasó los diversos avances que ha llevado adelante su Gobierno en este sentido.
Al inicio de sus palabras, la Mandataria aseguró que en la Región la salud se expresa desigualmente según el sexo, el nivel de educación, la ocupación, los ingresos, la zona geográfica donde se desarrolla la vida.
“Hay factores sociales y económicos estructurales que influyen en los niveles de exposición y vulnerabilidad de la población, haciendo que ciertos grupos estén más expuestos, acumulen más riesgos y menos posibilidades de revertir condiciones adversas. Esa es la dolorosa desigualdad que persiste en nuestra región y en la gran mayoría de los países del mundo, y que en este caso se traduce en algo tan dramático como años de vida”, afirmó.
Para enfrentar esta situación, la Mandataria explicó que se necesita convocar a todos los actores, las organizaciones sociales, las ONG, el sector privado, las academias, las fundaciones filantrópicas, sumar más cooperación internacional y más investigación aplicada. Asimismo, generar políticas más coherentes, innovadoras, con mayor compromiso político y participación ciudadana, con más coordinación y rendición de cuentas.
“Chile cuenta con amplia experiencia en trabajo intersectorial, y la fuerte presencia en el territorio de la salud pública permite contar con equipos que se integran a diferentes iniciativas locales. Aun así, sigue siendo un desafío país que todos los sectores del Estado hagan parte de su visión el impacto de sus políticas en la salud de las personas”, afirmó.
En esta misma línea, señaló que se ha creado instancias como la Comisión Equidad, Determinantes Sociales de la Salud y Salud en Todas las Políticas; el Sistema intersectorial de Salud Integral para niños, niñas y adolescentes con vulneración de derechos o infractores de ley; el Modelo de Gestión Intersectorial de Aulas del Bien Estar; y la Estrategia Municipios, comunas y comunidades saludables, que ha sido reconocida por la OMS.
En su intervención, también abordó los problemas que generan en la población enfermedades como la diabetes, y las tasas de sobrepeso y obesidad en Chile.
“La profunda desigualdad de nuestro país, que queda de manifiesto en la salud de la población, es una realidad que nos ha llamado actuar con la mayor de las celeridades. Porque vemos el riesgo, no sólo de no seguir avanzando en la reducción de muertes evitables, especialmente a edades tempranas, sino que constatamos como ciertas enfermedades presentan cifras preocupantes, como por ejemplo en el caso de la diabetes, donde hemos registrado un aumento de la prevalencia”, señaló.
Para enfrentar esta situación, la Presidenta Bachelet destacó la implementación de una ley de alimentos que incluye el etiquetado frontal de advertencia, la regulación del entorno alimentario escolar y la publicidad.
“Es poner el foco en los más pequeños, quienes están más expuestos a los mensajes de la publicidad o el entorno y porque sabemos que una acción decidida en los primeros años de vida es clave para establecer conductas saludables a lo largo de toda la vida. Y los resultados han sido positivos, generando un conjunto de efectos favorables para un estilo de vida más saludable, impactando diferentes sectores”, afirmó.
Y al finalizar sus palabras, la Mandataria reiteró su compromiso con las políticas públicas en salud.
“Sabemos que, tal como lo han planteado los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el mayor reto que enfrentamos como naciones, es lograr construir políticas integrales, que no sean de competencia exclusiva de un sector. Para ello es importante que seamos capaces de detectar y flexibilizar rigidices institucionales y normativas con las que contamos los países para poder implementar políticas innovadoras, que se adapten a realidades en permanente cambio y logren incorporar el cúmulo de conocimiento que los avances científicos van generando”, subrayó.
