MINSAL da a conocer Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025

23 octubre, 2017
 La Ministra de Salud, Carmen Castillo, entregó hoy el 3° Plan Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud, que recoge los principales desafíos que deben abordarse entre los años 2017 y 2025 para dar respuesta a las necesidades de salud mental de la población.
 
Al respecto, señaló que “este plan viene a resolver un requerimiento de salud de nuestra población y permite avanzar en mejoras sustanciales en lo que se significa un sistema de atención en esta materia. Estamos dando una señal de modernidad, porque se ha avanzado mucho en los últimos 27 años y debemos cerrar las brechas que todavía se mantiene en materia de Salud mental”.
 
“La tarea ahora es elaborar planes anuales de implementación con enfoque territorial para cumplir las metas propuestas y así aportar a mejorar la salud mental de la población”, afirmó la Secretaria de Estado.
 
Este nuevo plan propone objetivos estratégicos y metas a cumplir en líneas de acción complementarias y sinérgicas entre sí, las cuales son:
 
  • Regulación y Derechos Humanos: Plantea la necesidad de una Ley de Salud Mental y armonizar las normativas y la práctica a los nuevos y exigentes estándares de derechos humanos.
  • Provisión de Servicios de Salud mental: Busca profundizar el modelo de la red temática de salud mental en el Modelo Integral de Salud Familiar y Comunitaria que constituye el norte de la salud pública.
  • Financiación: No sólo busca mayores recursos, sino también que estos vayan asociados a mejores mecanismos de financiación y que impulsen el modelo comunitario.
  • Sistemas de información e investigación: Disponer de recursos en investigación.
  • Recursos humanos e información: Entregar información para poder mejorar y evaluar los diferentes procesos.
  • Gestión de la Calidad: Postula mejorar los mecanismos de registro alineados a los procesos de calidad y de información para la gestión, así como disponer de insumos desde la investigación para evaluar lo que se hace.
  • Intersectorialidad y Participación: Se busca romper la soledad con que el sector Salud ha enfrentado las tareas en promoción, prevención, tratamiento, rehabilitación e inclusión social. Además, se persigue incrementar la participación de las comunidades, y en especial de los usuarios, en los procesos terapéuticos, en la gestión de los servicios, en la generación de políticas, y apoyar su participación en sus comunidades.
 
Por su parte, el Subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, destacó tres de estas líneas de acción. “Una tiene que ver con el tema de la desinstitucionalización, es decir, de trabajar y transitar hacia el ámbito comunitario. Otra es sobre el del modelo de atención, que plantea el cómo se abordan los pacientes. Y la tercera tiene que ver con el financiamiento y cómo se va progresando cuánto es lo que se debiera construir de requerimientos de financiamiento para los ámbitos de salud mental, que sabemos que en nuestro país es bastante deficitario en comparación con los otros ámbitos. En general son líneas de acción que determinan un trabajo específico y el énfasis para los próximos 7, 8 años como está planificado”.
 
La autoridad explicó que el proceso para elaborar el Tercer Plan Nacional de Salud Mental fue ampliamente participativo y convocó a profesionales y técnicos de la salud mental del sector público de salud, a representantes de la Academia, Colegios Profesionales, Sociedades Científicas, Organizaciones No Gubernamentales, otros sectores del Estado y a Organizaciones de Usuarios y de Familiares de Usuarios de Salud Mental.
 
Situación de las enfermedades mentales
En Chile, se estima que un 22% de la población, tanto adulta como infanto-adolescente, es afectada por problemas de salud mental. A nivel mundial las enfermedades mentales se han instalado en el primer lugar como causantes de años de vida perdidos para la salud. A la discapacidad producida por los trastornos tradicionalmente conocidos por su gravedad, se agrega el tremendo impacto de los trastornos mentales comunes, tales como depresión, ansiedad o abuso de sustancias, con enormes costos para las personas, las comunidades y la sociedad en su conjunto.
 
Estos son tan costosos que la OMS ha hecho llamados a los países a preocuparse del tema, destacando el impacto sobre las economías que significa no hacerse cargo de ello.
 
Desde la recuperación de la democracia en 1990, Chile inició un proceso de reforma de la atención psiquiátrica que ha tenido importantes avances. Dos Planes Nacionales de Salud Mental (1993 y 2000) han sido las hojas de ruta que han permitido logros significativos.
 
Actualmente Chile, aún cuando existen importantes brechas por cubrir, es un referente en el tema en los países de la región. Dentro de los avances en materia de salud mental es posible mencionar:
 
  • Los servicios de salud mental han tenido una importante expansión, cambiando radicalmente el panorama hasta entonces prevalente, en el cual cerca del 80% de los recursos se encontraban asociados a los 4 hospitales psiquiátricos localizados en la parte central del país.
 
  • Las personas que se encontraban institucionalizadas en establecimientos públicos se han reducido en un 80% y a cambio se ha instalado una importante oferta de hogares y residencias protegidas en la comunidad, que beneficia a más de 1700 personas.
 
  • Se ha instalado una oferta de salud mental en atención primaria de manera universal. Hoy el 80% de la población bajo control en salud mental está en atención primaria.
 
  • La oferta de salud mental ambulatoria especializada alcanza hoy a 146 equipos, 97 de los cuales tiene oferta para atención infanto-adolescente, segmento de la población donde se presentan las principales brechas. La mayor parte de los equipos ambulatorios está en centros comunitarios de especialidad, coherente con la voluntad de acercar la oferta a los territorios de vida.
 
  • La hospitalización psiquiátrica se realiza mayoritariamente en hospitales generales, con una importante diversificación territorial de estos servicios.
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