Este 19 de junio la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) cumple 85 años, situada en un lugar de honor en el país. Todas las encuestas y estudios de opinión que distintas empresas e instituciones efectúan en forma periódica, coinciden en somos una de las organizaciones con mejor evaluación y más preciadas por la ciudadanía.
Estos resultados no solo nos llenan de orgullo, sino que nos comprometen a continuar con nuestra misión de servicio público, obligándonos a seguir perfeccionándonos como investigadores, que es la esencia de nuestra existencia.
En efecto, la PDI es un organismo que se ha ganado un espacio de privilegio en el país, gracias a que desde sus inicios se ha destacado por tener una mirada innovadora respecto de los fenómenos criminales y la forma de combatirlos. Y eso es lo que ha llevado a nuestra policía a crear brigadas especializadas en tipologías delictuales, tales como: Homicidios, Narcóticos o Delitos Sexuales, las que han ido complementando su labor con el nacimiento de especialidades que responden a nuevas formas de criminalidad, como han sido las brigadas del Cibercrimen, Trata de Personas, delitos contra los Derechos Humanos, Lavado de Activos y Delitos Medioambientales, por nombrar algunas.
Esas y otras unidades, como las Brigadas de Investigación Criminal que han adoptado un papel fundamental en la lucha contra el microtráfico de drogas, a través del Plan Microtráfico-Cero, han sabido llevar adelante un combate decidido en contra de la delincuencia, y la ciudadanía así lo entiende.
Ese apoyo ciudadano es algo que, más allá del dato de un estudio de opinión, lo percibimos día a día en las calles, en las poblaciones, en los sectores rurales y, especialmente, en el contacto con las víctimas de los delitos, personas vulneradas en sus derechos más fundamentales, muchas veces en forma violenta, y para las cuales nuestras investigaciones representan la justicia y verdad que tanto necesitan.
Es por eso que hoy, cuando somos reconocidos por nuestro trabajo y la madurez investigativa que hemos alcanzado, es que estimamos que es más necesario que nunca seguir perfeccionándonos, estudiando y analizando las dinámicas criminógenas, pues todo lo que hagamos en ese sentido siempre será en beneficio del país y sus habitantes, y esa es la razón del ser final de nuestra institución: trabajar por el bien común y la paz social que todos anhelamos.
Héctor González Aránguiz
Prefecto
Jefe Nacional de Asuntos Públicos
Policía de Investigaciones de Chile
