Las últimas fechas del torneo de fútbol nacional han estado al rojo. Tanto en la parte de arriba de la tabla, como de abajo, se disputan cosas importantes y el VAR (Video Assistant Referee) no deja de estar en la polémica, pese a que su creación, e implementación, tuvieron como premisa fundacional “interferencia mínima, con beneficio máximo”, el tiempo ha demostrado que los juicios y prejuicios en torno a los árbitros, que utilizan esta tecnología, siguen más vigentes que nunca.
Hace algunos días vimos que en el partido de entre Colo Colo y la Universidad Católica disputado en el Estadio Monumental, tras un disparo de fuera del área del jugador albo, Gabriel Costa, el balón golpeó en el travesaño, luego bajó rápidamente y las imágenes no fueron tan categóricas si el balón entró, o no. Después hubo un supuesto penal del arquero Matías Dituro de la UC, donde el VAR no se pronunció. También en el mismo Monumental, en el encuentro entre Colo Colo y Curicó Unido, la polémica se hizo presente por un penal que se cobró, muy dudoso, tras revisar el VAR en la falta de Ronald de la Fuente a Marcos Bolados, y otro que supuestamente fue, no lo sancionó el juez Julio Bascuñán, ni tampoco hubo llamado del VAR.
Estas situaciones reventaron las redes sociales con manifestaciones a favor y en contra. Que el juez cobra, o no, por “simpatizar” con determinado equipo, o color de camiseta. Que mereció tarjeta amarilla, o roja, que las imágenes no son claras, que la línea demuestra posición de adelanto, y a veces esa línea no es precisa. Suma y sigue. Al parecer a los árbitros les produce un estrés adicional estar conectados con la sala del VAR. Su creación se hizo en beneficio del espectáculo y de un “apoyo” para solucionar dudas.
Ante esto la FIFA se ocupó del tema, y en el Mundial de Qatar de noviembre próximo se implementará la inteligencia artificial para ir en ayuda de la anhelada justicia que pretende impartir el VAR. Se trata del Sistema de Tecnología Semiautomatizada de Fuera de Juego (SAOT), sistema con IA creado para rastrear hasta 29 puntos corporales de cada futbolista y, a la vez, determinar si está en fuera de juego o no. Esta herramienta envía hasta 50 tomas por segundo de cada jugador, lo que permite precisar su posición en la cancha y resolver, en no más de 25 segundos, la decisión final.
Para Rodrigo Prado, socio de Primus, empresa experta en data analytics y robotización, sin duda la tecnología debe ser un aliado en busca de la trasparencia y la justicia en el deporte, y que esta nueva herramienta que veremos en el Mundial de Qatar logre validarse. “Hasta el momento vemos en el VAR una serie de monitores que son asistidos para chequear los datos, pero ahora se utilizará inteligencia artificial a través de la visión computacional, lo que permite hacer análisis y predicciones con un alto nivel de precisión, y cada vez más cerca del tiempo real. Es un gran avance porque veremos tecnología de verdad, porque el error se minimiza, casi se tiende a cero, y lo más importante es que evita el sesgo, porque será automatizado”.
Sobre este mismo punto existen muchas dudas sobre si deja de humanizar el deporte, en este caso el fútbol. “La idea es que estas herramientas sigan siendo un complemento, aunque la tecnología si puede llegar a reemplazar completamente al hombre. Perfectamente es factible jugar sin árbitros en cancha, pero no es el objetivo, al contrario, es ayudarlos”. Puntualizó Rodrigo Prado de Primus.
A su vez, Conrado Meli, experto en robotización y RPA de Primus, también tiene una visión categórica respecto de la utilización de mayor tecnología para mejorar el VAR, pero agrega un dato importante a debatir. “La inteligencia artificial se moderniza cada día más, y es para ocuparla, sin temor. Esperemos que este Mundial sirva para que se consolide una forma de entregar información precisa y detallada, que ayude al arbitraje a tomar decisiones sin miedo, ni presiones de ningún tipo”.
