La transformación digital ha simplificado el mundo que nos rodea dando paso a nuevos servicios y modelos de negocio y, para el sector del transporte, es una gran alternativa el uso de tickes digitales que permitan optimizar la recolección de ingresos y la captura de datos para desarrollar digitalmente de esta industria. Esta tendencia, que está entrando con fuerza a países de alta conectividad – como Chile – ha sido llamada Connected Transport.
Las nuevas tecnologías basadas en IoT e Inteligencia Artificial permiten a los ciudadanos acceder a servicios con mayor facilidad y experiencia de usuario. Las cifras avalan la urgencia de modernizar los sistemas de pago en la industria: El 87% de los chilenos viven en ciudades y solo en Santiago se realizan por día en promedio 18,5 millones de viajes. Si se espera que en 2050, el 75% de la población mundial viva en ciudades, claramente los desafíos en transporte y movilidad con críticos.
“Hace unos años se usaban boletos en papel, que fueron reemplazadas por las actuales tarjetas. Sin embargo, los usuarios están demandando cada vez más servicios: exigen información precisa sobre el viaje en tiempo real, disponible a través de múltiples canales para planificar sus viajes intermodales antes de salir. Y, al momento de pagar, buscan flexibilidad y velocidad, ya sea con tarjetas de pago sin contacto, tecnología móvil, tarjetas de crédito u otras identificaciones digitales para acceder. Todo en interacción para acceder a mejores alternativas de viaje y precios justos. Por ello Connected Transport se vuelve clave”, sostiene Pablo Toro, Key Account Manager de Worldline Chile.
Una de las razones por la cual el pago electrónico de pasajes en América Latina no ha tenido grandes resultados pudiera ser, de acuerdo a la Cepal, “que muchas veces existe un divorcio entre el equipamiento seleccionado y las condiciones de venta y funcionamiento que esperan los usuarios del transporte público. Una implantación exitosa no se debe solamente a la tecnología que ésta utiliza, sino a la creación de un sistema integral que logre satisfacer las necesidades de los usuarios y operadores del transporte público, considerando las características de los agentes involucrados y las del entorno en que se desenvuelven”.
Toro agrega que, “a todos les preocupa esta situación, especialmente a los gobiernos que tienen que promover medidas más eficientes para disminuir los niveles de evasión y mejorar el servicio entregado a los usuarios, ofreciendo seguridad, disminución de tiempos de espera y continuidad en la operación. Son desafíos importantes que con la ayuda de la tecnología se van a mejorar poco a poco”.
