Productos textiles serán prioritarios de la Ley del Reciclaje

24 junio, 2025

Los residuos textiles son oficialmente prioritarios de la Ley de Reciclaje, lo que permitirá contar con un decreto para establecer metas de recolección y valorización y promover una economía circular en este sector.

Los productos textiles se suman a los otros seis prioritarios establecidos por la Ley REP en principio: neumáticos, envases y embalajes, aceites lubricantes, pilas, aparatos eléctricos y electrónicos, y baterías.

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El consumo total de textiles por persona en Chile llega a 32 kilos, lo que se traduce en una generación estimada de más de 572 mil toneladas de residuos textiles al año a nivel nacional, equivalente al 7% de los residuos sólidos urbanos per cápita, según la resolución.

Hemos dado un paso muy relevante para el país: declaramos a los textiles como producto prioritario. Este es el primer producto prioritario que sumamos a los que estaban definidos en la Ley REP. Con esto iniciamos el trabajo para elaborar una regulación que nos permita avanzar hacia la economía circular de este sector”, Maisa Rojas, ministra de Medio Ambiente.

La industria textil es de las que más contaminan a nivel mundial, generando más emisiones de gases de efecto invernadero que los vuelos internacionales y el transporte marítimo juntos, según la Fundación Ellen MacArthur.

A esto se suma que una prenda media se usa solo unas 10 veces antes de tirarse y menos del 1% de sus materiales se reciclan para hacer nuevas prendas.

Sigue leyendo para saber qué significa que se añadan los residuos textiles a la Ley de Reciclaje.

Esto significa que los residuos textiles sean considerados por la Ley de Reciclaje
Incluir los productos textiles dentro de la Ley de Reciclaje es un paso firme de Chile en el camino para enfrentar los impactos ambientales del modelo de consumo lineal y de la “moda de usar y tirar”.

Se estima que Chile importa el 92% de los productos textiles que se venden en el país, transformándose en el cuarto mayor importador a nivel mundial de ropa de segunda mano, con más de 123 mil toneladas anuales.

La publicación de esta resolución es el punto de partida para elaborar un decreto que establecerá metas de recolección y valorización, así como otras obligaciones para los productores.

Aunque este proceso llevará su tiempo, desde ya las empresas que introduzcan textiles al mercado tienen la obligación de inscribirse en el Registro de Emisiones y Transferencias de Contaminantes (RETC) y declarar cada año la cantidad de productos que han puesto a la venta en el país.

La declaración va en la misma línea que la Estrategia de Economía Circular para Textiles al 2040 y con los compromisos que ha hecho el país dentro del Acuerdo de París.

Además, reconoce que los residuos textiles pueden ser aprovechados, fomentando que se reutilicen, se reciclen y se reparen.

Lo anterior permite impulsar oportunidades de innovación, empleo y un desarrollo que se pueda mantener en el tiempo en el país.

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