Psicóloga española llama a romper estereotipos de género en el cuidado de personas en situación de discapacidad

9 julio, 2020

“Las mujeres no nacen con ningún gen que le asigne las tareas del cuidado, de lavado, de planchado ni nada de eso”, aseguró experta internacional en gestión del estrés y de las emociones.

Así de categórica fue la psicóloga y coach española Cristina Sánchez Guillén al destacar la importancia del autocuidado en la tarea que desarrollan las cuidadoras principales de personas en situación de discapacidad.

Aseguró que el rol de cuidadora se basa en la renuncia al derecho a soñar, a la realización personal, incluso dejar de lado las propias necesidades, anteponiendo siempre los intereses de los demás, un estereotipo de género donde prevalece la entrega incondicional por sobre la individualidad. “Primero están los otros y uno no importa”.

Durante un seminario en línea realizado por la Fundación Marita Elena sobre autocuidado en tiempos de pandemia, Sánchez Guillén señaló que esa práctica arraigada crea condicionantes y construye creencias que pueden perjudicar gravemente la salud de las cuidadoras, considerando que en el mundo actual ese rol lo realizan principalmente mujeres.

“Podemos hablar de cuidadoras, de un mandato, de un rol de género en el que tradicionalmente se les asigna a las mujeres, pero no de cualquier manera, se trata de un rol de cuidadora basada en la renuncia de los propios anhelos”, aseguró.

Sánchez Guillén afirmó que las mujeres cargan con un gran peso, lo que instala creencias, pensamientos negativos e incluso sanción social. Por ejemplo, “si me ocupo de mí misma soy egoísta o mala persona, no tengo derecho a estar bien, los demás siempre son más importantes que yo, yo soy la única que puedo cuidar bien a mi familiar”.

Eso hace que se internalice la idea, según relató, que ese mandato de género provoque prácticas erróneas en la vida familiar, pues “las mujeres no nacen con ningún gen de cuidado de lavado, planchado ni nada de eso”.

Mientras tanto, la psicóloga y coach Catalina Moreno Briones, cofundadora de la Fundación Marita Elena, plantea que la mirada de Sánchez Guillén se enmarca en un contexto social en que los mandatos de género llevan a abandonar a la cuidadora, dejándole prácticamente toda la responsabilidad y tareas asociadas al cuidado.

“En la Fundación Marita Elena hemos conocido experiencias de cuidadoras principales de personas en situación de discapacidad, en las que coexisten el amor, lo maravilloso de ese vínculo y la sabiduría que les ha generado, con los aspectos negativos que tienden a enfermarlas o restarles calidad de vida de manera significativa”.

Tanto Sánchez Guillén como Moreno Briones coincidieron en afirmar que es importante analizar creencias, procurar que se verbalicen, que se contrasten, y ver siempre qué tipo de emociones se generan para estar atentas a ellas, por si surge la culpa, la tristeza, el enfado pues, según enfatizaron, “las emociones, siempre son mensajes en los que se debe poner mucho oído”.

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