Miguel Castillo, profesor de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la U. de Chile, estuvo en terreno con representantes de las principales instituciones públicas y privadas uruguayas para evaluar la prevención y el combate de incendios. El académico compartió la experiencia chilena tras los mega incendios de 2017, en particular las principales medidas en torno al manejo del fuego, planes de emergencia, instrumentos normativos y desarrollo de programas locales. “Ven con preocupación cómo en la región el cambio climático se está haciendo presente con evidencias muy claras”, afirma el especialista.
El Programa Regional de Asistencia para el Desastre (RDAP) del Bureau de Asistencia Humanitaria (BHA) de USAID (United States Agency International Development) convocó al profesor Miguel Castillo, académico del Laboratorio de Incendios Forestales de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, como punto focal de Latinoamérica para apoyar el estado actual en políticas públicas y desarrollo en manejo del fuego y gestión de desastres.
En este contexto el profesor Castillo se trasladó a Uruguay, donde desarrolló diferentes actividades entre el 5 y 16 de junio. En dependencias de la Presidencia de Uruguay, se realizaron reuniones de acercamiento y análisis con la Dirección Nacional de SINAE (Sistema Nacional de Atención de Emergencias), Dirección Nacional de Bomberos, Directorio de SPF (Sociedad de Productores Forestales), representantes de cuerpos de ayuda humanitaria (Costa Rica), Fuerza Aérea, representantes de la academia y profesionales asociados a la gestión de desastres.
El especialista en incendios de la Universidad de Chile detalló que los temas tratados se enfocaron en un diagnóstico general del estado de manejo del fuego en Chile y cómo ha sido la experiencia de transitar por sucesivos desastres de incendios forestales, con énfasis en lecciones aprendidas. De esta manera, el ejercicio consistió en cómo trasladar la experiencia acumulada al contexto actual de Uruguay, con miras a fortalecer el esquema nacional de protección contra incendios forestales.
“Uruguay tiene el gran desafío de poder implementar a mayor escala sus planes y programas de defensa contra incendios forestales. Ven con preocupación cómo en la región -Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay- el cambio climático se está haciendo presente con evidencia muy claras, entre ellas, el inicio de incendios en estado inicial sin control, y la propagación transfronteriza del fuego, temas que están apareciendo con mayor frecuencia”, comentó el profesor Castillo respecto a los temas abordados en esta instancia.
El profesor Castillo explicó, además, que Uruguay tuvo este verano dos incendios grandes de interfaz cerca de Montevideo, eventos que amenazaron seriamente a casas de alto valor económico en la zona costera. “Con esto se está evidenciando que falta políticas para poder proteger de mejor manera la infraestructura crítica y enseñarle a los propietarios sobre cuáles son las pautas necesarias para poder cuidar sus zonas arboladas”, señaló el experto. Por otra parte, indicó que “tienen una buena Ley de Incendios Forestales, pero que requiere ser complementada con planes y programas de protección. Es decir, falta considerar la variable técnico-económica, en el sentido de disponer de indicadores de oferta y demanda para saber distribuir de mejor manera cuáles son los lugares que potencialmente podrían quemarse en el futuro con mayor severidad”.
En este sentido, la misión del Laboratorio de Incendios Forestales de la Universidad de Chile fue iniciar una red de mini programas y proyectos escalables en el tiempo para potenciar los futuros planes y programas de defensa en Uruguay. Esto cuenta con tres ámbitos de acción: 1) conocer de mejor manera la modelación de combustible de Uruguay, que es poco desarrollado; 2) apoyar los planes y programas de primera respuesta para los incendios de la interfaz urbano-forestal y 3) fortalecer a la academia, porque en Uruguay no hay especialización en incendios forestales.
El caso de Uruguay y cómo se relaciona con Chile
“Uruguay tiene una topografía muy llana lo que facilita el combate, sobre todo la llegada de recursos frente a eventuales emergencias, cosa que en Chile es más complicado porque somos un país muy montañoso. Entonces, hay muchos criterios que nosotros necesitamos considerar y que nos hace más complejas nuestras operaciones de combate”, afirmó el académico. “No obstante, están interesados en actualizar su cartografía de modelos de combustible, necesitan un simulador de incendios forestales. En esto, ellos quieren nuestra asesoría y programas de preemergencia”, agregó el investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la U. de Chile.
El experto sostuvo que la “gestión del agua” también es un tema común para ambos países. Por ejemplo, nuestro país viene de una fuerte sequía, a pesar de las lluvias, pero en terreno tenemos problemas con los puntos de abastecimiento de agua, lo que complica el combate de los incendios peri-urbanos y rurales. En Uruguay, en tanto, están pasando por una sequía extrema donde no hay agua ni siquiera para el consumo. Se están operando las plantas de desalación para poder operar y tratar de mitigar ese caudal de agua que falta. Lo segundo, precisó, es la gestión del combustible. Al respecto, planteó que si no tenemos la capacidad de gestionar escalonadamente cuáles son las mayores cargas de este recurso vamos a tener un problema potencial que se deriva del comportamiento del fuego.
En Uruguay, el profesor Castillo realizó diversas actividades de campo. Una de ellas contempló un recorrido por poblados cercanos a Montevideo, donde conoció de primera fuente la realidad de los incendios recientemente ocurridos y pudo evaluar las capacidades instaladas y oportunidades de mejora. El experto señaló que esta experiencia e intercambios de opiniones con los representantes de Uruguay permiten generar oportunidades de desarrollo en materia de política estratégica y temas asociados a los escenarios futuros para este país, entre ellos, el alarmante aumento de la interfaz urbana forestal, la sequía extrema, los incendios transfronterizos y las evidencias de eventos cada vez más frecuentes de comportamiento extremo del fuego. “Se están viendo muchos incendios pasando de un país a otro y en lugares donde no hay recursos suficientes para poder contenerlos”, advirtió el experto.
