“Los alcaldes somos administradores de la ciudad, pero no somos gobiernos locales. Toda la población debiera tenerlo claro, para canalizar por donde corresponde realizar la solicitud de muchos recursos. Pero como somos la autoridad más cercana a las personas, todo el mundo recurre a las municipalidades, para pedir ayuda. Somos la primera barrera con la ciudadanía”, dijo Henry Campos Coa, alcalde de Talcahuano, en el encuentro “Modernización territorial: desafíos en tiempos de crisis”, organizado por la Universidad San Sebastián Concepción, a través de su carrera de Administración Pública.
En ello concordó Víctor Hugo Figueroa Rebolledo, alcalde de Penco, quien develó en el conversatorio las pocas facultades que tienen los municipios. “Los ciudadanos creen que las municipalidades tienen más atribuciones de las que tienen, desconociendo lo centralizado que está el poder administrativo en Chile”, precisó.
El encuentro online, parte del ciclo USS te Acompaña, estuvo enmarcado en el aniversario número 31 de la casa de estudios superiores, celebrado el pasado 27 de octubre. Previo al diálogo con los alcaldes, el académico de la Facultad de Derecho y Gobierno USS Pablo Aros Rojas realizó un repaso de las atribuciones municipalidades en tiempos de Covid-19, y las principales medidas del gobierno central de apoyo a éstas. Guió el conversatorio Lucas Serrano, director de Administración Pública, Programa Advance.
Descoordinaciones y centralismo
Respecto de los fondos municipales, Henry Campos dijo “ciertamente las medidas de austeridad del gobierno nos han afectado. Por ejemplo, fui uno de los primeros alcaldes que pidió que la población pudiera retrasar el pago de los permisos de circulación, y también de las licencias de conducir. Y ocurrió que el gobierno impuso el no pago de contribuciones, lo que nos golpeó mucho tras haber ya tomado ambas medidas. Comunas como Lo Barrenechea, Vitacura, Las Condes, Colina (con Chicureo), son municipios que reciben mucha plata de las contribuciones, lo que aporta mucho al Fondo Común Municipal. Así es que nos vimos muy afectados”, señaló.
Víctor Hugo Figueroa sostuvo que el centralismo afectó las decisiones municipales, por descoordinaciones propias de no conocer la realidad comunal. Una de ellas fue la entrega de canastas para hogares de adultos mayores de menos recursos. “Les entregamos tres mil canastas, invirtiendo 100 millones de pesos, lo que, para nosotros, es mucha plata. Llegó la noticia de que llegarían 3 mil canastas más, y nos alegramos mucho… hasta que supimos que eran nominales, y coincidían con las familias ya beneficiadas. El intendente Sergio Giacaman tampoco pudo hacer nada, por no tener las atribuciones, así es que muchas familias recibieron dos veces canastas, y el resto de la población de Penco, no, sólo por burocracia”, lamentó.
Lo mismo en lo referente a las clases de los niños: solicitaron recursos para financiar computadores y conexiones a internet, pero nunca se concretó, por la incertidumbre del regreso a clases presenciales. “Fueron 350 millones de pesos que debimos gastar, en PC y conexión de internet… Hubiésemos esperado no endeudarnos para hacer esta compra, debió ser política de Estado”, precisó.
“La pega no ha sido fácil… hemos tenido que invertir muchos recursos, por ejemplo, controlando el comercio ambulante en Talcahuano, sin la ayuda de Carabineros, y con monitores capacitados por nuestros bolsillos”, lamentó Henry Campos. A ello se suman 140 millones de pesos de apoyo al comercio local, para el pago de servicios básicos y de arriendos, con los que los comerciantes no habían podido cumplir.
“Entre tantos anhelos que tiene Chile con el triunfo del Apruebo, se debe garantizar el desarrollo de un país de verdad más descentralizado. Que las comunas, administraciones municipales, tengan más atribuciones, y ser gobiernos locales. Porque somos la “primera línea” de todas las necesidades de una comuna, y hemos estado muy desprotegidos”, concluyó Figueroa.
