Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) aumentará producción de insumos para la medicina nuclear

1 septiembre, 2020

A diario, la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN) produce y suministra los radioisótopos y radiofármacos más demandados para la realización de exámenes y terapias derivadas, principalmente, de las especialidades de neurología, oncología y cardiología. Se trata del tecnecio-99, iodo-131 y flúor-18 FDG.

El tecnecio-99 y el iodo-131, ambos producidos en el reactor del Centro de Estudios Nucleares La Reina, son radioisótopos utilizados por la medicina nuclear para diagnosticar y tratar enfermedades de la glándula tiroides, respectivamente. En tanto, el FDG es un radiofármaco de flúor-18, que se produce en el ciclotrón, para evaluar y controlar linfomas, sarcomas y neuroblastomas, entre otros.

Solo en 2019, 75.829 pacientes fueron tratados y diagnosticados a partir de insumos producidos por la CCHEN, que fueron destinados a 25 clínicas y hospitales de Santiago y Regiones. Pero el panorama este año ha sido diferente: producto de la pandemia, los centros médicos se han concentrado en cubrir las necesidades de pacientes contagiados por COVID-19, por lo que las atenciones vinculadas a la medicina nuclear se redujeron de 348 a 140 pacientes diarios, entre abril y julio.

Sin embargo, en agosto se ha visualizado un aumento gradual de las atenciones, que han alcanzado un promedio de 197 pacientes diarios. Con ello, y según reuniones sostenidas con hospitales y clínicas del país, se espera que desde fines de agosto en adelante, se alcance, paulatinamente, el número de atenciones normales. Incluso, se podría presentar una sobredemanda, para disminuir las listas de espera en este tipo de atenciones.

Además, se considera el traslado de pacientes de regiones -principalmente del Biobío y La Araucanía- a la región Metropolitana, para recibir la atención que se vio interrumpida en este periodo, dada la dificultad experimentada en el envío de radiofármacos y radioisótopos a los centros de diagnóstico y tratamiento, sumado a la reasignación de recursos focalizados en la emergencia.

Esfuerzo institucional

Para hacer frente al aumento de esta demanda, la CCHEN trabaja con miras a aumentar su producción y responder efectivamente a los requerimientos del sistema de salud. Previo a ello, los departamentos de Producción de Radiofármacos y de Reactores de Investigación estudian las capacidades del proceso, desde el punto de vista de la seguridad radiológica, en consecuencia con la normativa vigente y los cuidados del personal ocupacionalmente expuesto y, en segundo lugar, en atención al stock de insumos para la manufactura y control.

“Estamos considerando llegar a duplicar la producción, si fuese necesario, abasteciendo de 15 a 20 dosis en promedio, en el caso del F-18 FDG a segunda hora y, en el caso de tecnecio-99, llegando a capacidades de producción diaria para la entrega de 6 a 6,5 Ci. Esto requerirá el mayor de los compromisos de los equipos involucrados, ya que implica una mayor carga laboral, pero sin desatender aspectos cruciales como la seguridad del personal”, enfatizó el jefe del Departamento de Producción de Radiofármacos de la CCHEN, Andrés Núñez.

Sobre la organización de la cadena productiva, destaca el apoyo que se requiere por parte de diversos departamentos, desde el Logístico, que incluye transporte, hasta el de Comercialización. Todos, en su conjunto, hacen posible que un producto llegue a manos de los equipos médicos.

Y más aún, la planificación en la que participan todos estos equipos, pone especial atención al uso eficiente de los recursos, considerando una adecuada organización y un minucioso seguimiento de la producción. Asimismo, incluye una serie de modificaciones tecnológicas en las instalaciones, para hacer más eficiente el uso de los recursos y garantizar la confiabilidad y eficacia del proceso.

“Nuestro compromiso es asegurar la manufactura y entrega de productos para el área de la medicina nuclear, garantizando su calidad, seguridad y eficacia. En la CCHEN contamos con un equipo de trabajo altamente comprometido, que -incluso en tiempos de pandemia- redobló esfuerzos para garantizar la continuidad de los servicios”, señaló Jaime Salas, director ejecutivo de la Comisión, quien añadió que “si ahora el sistema nos exige continuar redoblando esfuerzos, estamos preparados para seguir poniendo en relieve nuestra contribución al área de la salud”.

Proceso de producción

Para que un producto, como el tecnecio-99, por ejemplo, llegue a su destino, se desarrolla un proceso que se desprende de una compleja tecnología de radiaciones, que comienza a altas horas de la madrugada, de modo de garantizar que el producto esté disponible a primera hora del día.

Así, para producir cada dosis, primero se requiere irradiar un compuesto en el reactor ubicado en el Centro de Estudios Nucleares La Reina. Tras ello, se inicia la fase elaboración, que tiene lugar en el CEN Lo Aguirre, hasta donde es trasladado el producto. Una vez que está listo, debe someterse a un estricto control de calidad, a partir de lo cual ya está en condiciones para ser despachado a clínicas y hospitales, en beneficio de los cientos de pacientes que, día a día, esperan por un tratamiento o un diagnóstico.

Revisa aquí el proceso completo.

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