- Profesionales aeronáuticos alertan sobre una serie de mejoras y cambios que se requieren para que puedan cumplir su labor estratégica de salvaguardar la seguridad de aeronaves y sus ocupantes, manteniendo los estándares que han destacado al servicio de tránsito aéreo de nuestro país en el escenario internacional.
Con un crecimiento tasa del 10 por ciento anual en el transporte aéreo de pasajeros y un tráfico que registra un gran incremento en el verano, pocos son los que dimensionan la enorme carga de trabajo que están recibiendo los profesionales encargados de que las aeronaves y sus ocupantes realicen un viaje seguro y sin riesgos: los controladores de tránsito aéreo de nuestro país.
Por su labor estratégica, estrechamente ligada a la seguridad operacional de las aeronaves, es fundamental que los controladores aéreos cuenten con la capacitación y recursos (humanos, técnicos y materiales) necesarios para desarrollar en forma óptima su labor, especialmente en periodos de alta demanda y estrés.
Lamentablemente, los profesionales chilenos se ven enfrentados al alto tráfico en condiciones que no son las óptimas y que requieren cambios y mejoras para mantener los estándares de seguridad que han destacado al servicio de tránsito aéreo de nuestro país en el escenario internacional.
Al respecto, el presidente del Colegio de Controladores de Tránsito Aéreo, Jorge Caro, señala que “uno de los problemas es la fatiga y estrés de nuestros profesionales que se ven sometidos a jornadas muy largas (12 horas). Este es un tema que estamos trabajando con el gobierno para crear un proyecto de ley que disminuya la carga horaria. Esperamos este año tener resultados concretos”.
Añade que además están teniendo problemas con la cobertura de equipos de comunicaciones, materia que ya han planteado, pero hasta el momento no se les ha informado sobre su actualización o ampliación. Y si a esto agregamos que los equipos de visualización (radares y software asociado) de Santiago están cumpliendo su vida útil, el asunto se torna complejo.
En la Región Metropolitana además, tienen que lidiar con la alta congestión del aeropuerto, problema que se agravará si a la par del crecimiento horizontal del terminal, no se trabaja en el desarrollo vertical y descongestión del espacio aéreo. Los controladores aéreos han estado planteando desde hace tiempo una serie de propuestas para abordar el problema, pero no se han aplicado sus sugerencias, salvo el inicio del proceso de adquisición de un software y equipos, por parte de la DGAC, para la gestión automatizada; sin embargo, el desarrollo de la infraestructura que se requiere para albergarla aún no comienza.
En este escenario, además, se suman problemas con el pago de horas extras, que se acumulan en algunas dependencias por meses y por años.
