Respecto al reportaje emitido anoche por el programa de TVN, Informe Especial, titulado “Carabineros, las horas más oscuras –donde aborda entre otros temas, una serie de supuestas operaciones financieras que habría realizado y que no se condicen con mi jubilación mensual- debo aclarar lo siguiente:
· El reportaje en cuestión es incompleto, impreciso e induce a error, pues nunca he dispuesto de dinero por sumas altísimas como los $1.200 millones mencionados en la nota, pues lo que el periodista hace es confundir y sumar la totalidad de aquellos antecedentes que voluntariamente puse a disposición ante el fiscal y que incluyen documentos de bienes comprados y vendidos, desahucios, retiros y sueldo.
· No es efectivo -de modo alguno- que esa planilla exhibida en el reportaje corresponda a la compra de fichas al Casino de Viña del Mar u otro similar, sino que es un documento hecho por el equipo que realizó el reportaje. En esta línea, quiero agregar que nunca jugué ni 700 ni mil millones de pesos en el Casino.
· Para acreditar lo anterior, entregué voluntariamente al fiscal Eugenio Campos –en compañía de mi abogado Juan Carlos Manríquez- los antecedentes que dan cuenta del uso de mi tarjeta de crédito, de la cual giraba el cupo en efectivo para ganar “pesos-enjoy”, con los cuales destinaba una parte a juegos y otra al consumo de bebidas y hotelería, de tal manera que no gasté dinero en apostar ni jugar, sino que lo hice a través de los puntos ya señalados, los cuales lograba retirando la totalidad del dinero de la línea, los cuales eran devueltos a la semana siguiente y así, sucesivamente.
· Por todo lo anterior, quiero destacar que no se trata de 300, 400 o mil millones de pesos en efectivo, sino que del mismo dinero de la tarjeta dando vuelta tantas veces cuanto fuera necesario, pues durante la semana me dediqué a recrearme después de las siete de la tarde.
· Por último, es preciso mencionar que todos estos antecedentes no son nuevos, fueron puesto voluntariamente a disposición del fiscal en una larga declaración, voluntariamente pedida, y en la cual alcé el secreto bancario, el secreto informático y el secreto de todas mis tarjetas de crédito.
