La periodista venezolana narra en esta exhaustiva investigación la historia de la organización criminal que ha derribado fronteras en América Latina.
En la cárcel de Tocorón, en Venezuela, están recluidos los líderes del llamado Tren de Aragua, la banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina. Pero no es un sitio cualquiera: tiene piscina, cajeros automáticos y desde allí, en celdas privadas a las que muy pocos tienen acceso, operan los criminales que crearon una tenebrosa red que ha extendido sus tentáculos a Costa Rica, Argentina, Colombia, Perú, Bolivia, Brasil, Ecuador, Chile e incluso Estados Unidos.
Así describe la periodista Ronna Rísquez el alcance de esta organización criminal en El Tren de Aragua, publicación ya disponible en librerías chilenas. En esta crónica, arrojada y rigurosa, la autora describe en detalle los orígenes de la banda, da cuenta de su forma de operar y explica las razones de su expansión en América Latina.
Como parte de su investigación, la periodista se infiltró en el penal de Tocorón para conocer de cerca la realidad de este grupo fundado en 2014. De acuerdo con la información recabada por la autora, en el portafolio de delitos del Tren de Aragua se cuentan −entre otros− tráfico de migrantes, trata de personas, secuestro, robo, estafa, minería ilegal del oro, homicidios, sicariatos, narcotráfico y lavado de dinero.
En 252 páginas, Rísquez, conocida por ser parte del equipo de periodistas que trabajó en el proyecto de investigación Panama Papers, revela el poderío alcanzado por esta red criminal y advierte sobre los peligros de su expansión en la región.
