En Coquimbo, agrupaciones corales permitirán aportar al desarrollo e inclusión social de las personas

30 marzo, 2024

Proyecto de la Fundación Filarmónica de Coquimbo, financiado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, brindará formación musical gratuita a niños, niñas, jóvenes, adultos y adultos mayores. 

En algunas ocasiones, y especialmente en países desarrollados, las oportunidades de desarrollo personal y social no sólo están asociadas al dinero o a los bienes materiales. Por el contrario, las diversas manifestaciones artísticas, y su aprendizaje, son las que colman el espíritu, y a su vez, permiten la realización personal, y asimismo, alcanzar altos estándares de felicidad.

En este ámbito, la Fundación Filarmónica de Coquimbo quiere extender sus espacios de enseñanza más allá del aprendizaje de instrumentos, y también, ampliar el rango etario de sus beneficiarios y beneficiarias. De esta forma, y gracias al Ministerio de Desarrollo Social y Familia, se están comenzando a conformar los primeros coros de esta institución, que irán desde niños y jóvenes, pasando por adultos/as, hasta adultos/as mayores, quienes recibirán formación gratuita.

Crecer en la confianza

El financiamiento de este proyecto proviene del Fondo de iniciativas para la superación de la pobreza, “Para vivir mejor 2023”, del citado ministerio, y que busca contribuir a la superación de la pobreza multidimensional y aportar a la inclusión social a través de la entrega de herramientas que permitan el desarrollo de las y los beneficiarios. 

“La idea es que las personas encuentren un espacio de confianza donde puedan desenvolverse”, explica al respecto la profesora del coro, Alejandra Paz, quien destaca también otra finalidad de la iniciativa: “que no solo se aprenda y avance en lo musical, sino que también, las y los participantes desarrollen sus emociones y su personalidad. De esta forma, apostamos a que puedan desenvolverse en la sociedad de una manera más segura, siempre confiando en sus capacidades”, sostiene. 

Asimismo, también se busca que las y los participantes puedan aprender a tolerar la frustración. “Va a ser un trabajo constante, donde entenderán qué es lo que saben y qué es lo que les falta aprender. Y eso que les falta lo verán como un camino por recorrer donde no deben frustrarse”, afirma la docente.

Aprendizaje en grupo y para toda la vida

“Estas clases también servirán para al buen uso y la higiene de su voz”, agrega Alejandra, destacando cómo estos conocimientos también podrán servir en el día a día de las personas: “si un niño tiene que presentarse en una disertación va a poder utilizar las técnicas del canto, sin cantar, para utilizar de forma óptima su voz y no tener que gritar. Si cuidamos nuestras cuerdas vocales, lograremos que nuestra voz se mantenga de forma óptima hasta los últimos días de nuestras vidas”.

Por su parte, el también docente de los coros, Pierre González, subraya que esta iniciativa buscará que las personas aprendan a crecer como un todo. “Queremos que este elenco surja de manera comunitaria. Al participar en un coro nos olvidamos un poco de la individualidad y nos comprometemos a trabajar en equipo; aprendemos a depender uno del otro y a escuchar al que está al lado mío. Eso crea una conciencia musical colectiva, y por ello, creo que esto aportará positivamente grandemente a la formación musical y al crecimiento de las personas”.

Un primer paso para más oportunidades 

De igual forma, este proyecto buscar abarcar a personas de todas las edades, característica que subraya la coordinadora técnica de los coros, Katherine Tapia Olivares. “La mayoría de programas de formación musical son destinados a niños, niñas y adolescentes, dejando fuera a un amplísimo grupo de personas que tienen todas las capacidades y todas las ganas de aprender. Y en nuestra experiencia hemos visto el alto interés de los adultos mayores en las audiciones que tuvimos y que tendremos. Por ello, es fundamental extender las oportunidades de formación a todas las personas que tengan ganas de aprender”, agrega.

Finalmente, la coordinadora explica que la participación en esta instancia puede ser un primer paso para el crecimiento personal de las personas. “Queremos aportar a la inclusión social a través de la entrega de herramientas que permitan el desarrollo de los beneficiarios. Una formación coral, por ejemplo, puede incentivar estudios formales en el área o que las personas comiencen a participar en otros coros. Las oportunidades son infinitas y el punto de partida puede ser este coro”, puntualiza. 

Síguenos en Twitter