Se aproxima la Navidad y los juguetes son protagonistas en este contexto, por lo que el académico del Departamento de Química Inorgánica y Analítica, de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, Patricio Cancino Rivera, entrega claves para saber elegir estos productos.
Bicicletas, muñecas, peluches, figuras armables. Los juguetes son una de las categorías preferidas a la hora de regalar a niños y niñas. Cada año el mercado actualiza el catálogo de productos, trayendo a las tiendas y jugueterías las últimas novedades. Pero, ¿sabías que existen componentes en algunos juguetes que pueden ser dañinos para los niños y niñas?
Patricio Cancino Rivera, académico del Departamento de Química Inorgánica y Analítica, de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, explica que la mayoría de los juguetes a los que hoy tienen acceso los niños son plásticos. “Hay dos fuentes principales de componentes tóxicos. Los aditivos que vienen en el plástico y algunos componentes presentes en las pinturas. Dentro de ellos, encontramos los ftalatos y el Bisfenol A (BPA), que están dentro de los más usados y los más tóxicos. También, los retardadores de llama, entre los que se encuentran el iturato TXIB y citrato ATBC, por mencionar algunos”, detalla.
En algunas pinturas se pueden encontrar variedad de metales pesados, siendo los más tóxicos y nocivos para la salud el mercurio y plomo, dado que cantidades muy bajas pueden provocar efectos adversos en la salud.
Una investigación realizada en diversos laboratorios europeos y publicado por la revista “Environmental International” en 2021, encontró 419 sustancias químicas que se utilizan dependiendo el tipo de juguete. De estas, 126 pueden generar algún tipo de daño a la salud de los niños.
Consecuencias a la salud
“Existen investigaciones que muestran que los aditivos usados en los plásticos como el Bisfenol A pueden ser disrruptores endocrinos, además de generar problemas metabólicos y al sistema hormonal. Por otra parte, los metales pesados que se encuentran en las pinturas están asociados a problemas de aprendizaje, conducta y retraso mental. Junto con mencionar que en ambos casos aumentan la posibilidad de desarrollar variados tipos de cáncer”, advierte el profesor Cancino.
Por ello, el académico recomienda comprar juguetes acordes a la edad del niño. “Los juguetes diminutos son altamente peligrosos para niños pequeños, por la posibilidad de atragantamiento y asfixia. Es imposible estar observándolos en todo momento, por lo que sí o sí los juguetes irán a la boca en algún momento. Por lo tanto, es fundamental comprar estos juguetes en locales establecidos, de marcas reconocidas, que tengan un rotulado claro de los componentes que tienen los juguetes. En muchos casos dice libre de BPA, PVC o metales pesados”, complementa.
Otro dato importante es la acumulación de este tipo de juguetes en cajones, repisas o armarios. Un estudio reportado en 2022 llamado “J. of Hazardous Materials Advaces” comenta que la concentración de estos componentes tóxicos puede aumentar hasta en un 40% en juguetes que son más antiguos. Por ello, agrega el profesor, «es importante ventilar y limpiar los espacios donde se guardan estos juguetes periódicamente. Más importante aún es evitar el acopio innecesario de estos, ya que si hay juguetes que no se están usando lo mejor es donarlos a entidades que le den un mejor uso».
Por eso, el académico aconseja “no comprar juguetes en ferias libres o persas, de ser así fijarse bien en el rotulado. Si los juguetes no tienen una descripción clara de sus componentes no comprarlos, porque ponen en riesgo la salud de sus hijos. En la comunidad europea hay una normativa al respecto, que en Chile no es obligatoria aún, pero algunos juguetes la cumplen y eso ayuda a garantizar que están exentos de productos que sean tóxicos”, finaliza el académico de la Universidad de Chile.
La regulación actual en Chile sobre seguridad de los juguetes (Decreto S 114, 2005, del MINSAL), en cuanto a las propiedades químicas, solo hace referencia a la biodisponibilidad de metales y metaloides, la migración de dichas sustancias, conforme a requisitos perfectamente establecidos en normas chilenas, y además regula un máximo nivel de tolueno residual. Esta normativa está obsoleta si se compara con la de otros países más desarrollados, debido a que deja fuera una serie de otras sustancias de reconocida toxicidad y que podrán estar presentes en juguetes.
En la página Web del Minsal se puede apreciar una versión borrador del Reglamento sobre seguridad de los productos de uso infantil, estableciendo exigencias respecto de los máximos permitidos, adicionalmente a los que indica el Decreto 114, para ftalatos, monómeros, nitrosaminas, sustancias nitrosables y otros solventes orgánicos en los juguetes (además del tolueno). Esperamos contar pronto con la versión oficial de esta nueva regulación para proteger de forma más efectiva la salud de nuestros/as niños/as.
