Hernán Rivera Letelier presenta su vida oculta como escritor en la Feria Internacional del Libro y las Ciencias Sociales de Recoleta : “Soy un poeta que escribe novelas”

7 abril, 2024

Patricio López, director de radio Universidad de Chile, estuvo a cargo de la breve presentación del minero y escritor nortino. Breve, porque tanto a él como a la gran audiencia les interesaba escuchar a Rivera Letelier. En palabras de López el escritor nortino “Hernán se ha transformado en un autor querido por los lectores, lectores que son de diferente índole. Me atrevería a decir que tiene que ver con que Hernán ha logrado reencarnar el norte de Chile y el mundo popular. Sus imaginarios, sus personajes, quizás no son tan distintos a los que nos ha tocado encontrarnos en nuestras vidas”, señaló el periodista.

Rápidamente, se abrió paso a una entretenida conversación, o más bien, el escritor nacional comenzó muy entusiasta, a hablar acerca de su vida y su obra, de manera muy cercana a quienes estaban en el zócalo: “Vamos a hablar de mi libro, de mi obra entera, de mi vida. Yo me crié en una casa de latas, en una oficina salitrera, teníamos que construirnos los juguetes. Éramos pobres, no teníamos nada pero lo teníamos todo, el desierto como patio para jugar, la libertad absoluta”, relató a un público silencioso y atento.

“Así fue como entré al mundo de la literatura, por hambre”, continuó su relato al contar cómo, con convicción, escribió un poema largo y lo mandó un concurso en Arica, donde el primer premio era una cena en un hotel estupendo, y como él y su amigo tenían hambre, lo mandó seguro de que ganaría esa comida. Así fue.

Lo mismo con “La Reina Isabel cantaba rancheras”, con la cual dijo “con esta puta, gano”, al enviarlo al concurso con el cual se hizo famoso y según él mismo señaló, “me cambió la vida por completo”. Y así, una y otra anécdota durante toda su presentación.

Al referirse a su oficio de escritor, dijo “Una vez hice el experimento de escribir un poema para el lado y quedaba como cuento. Ahí me puse a escribir historias. Después del cuento pasé a la novela. No fue un paso meditado, sino que como inconsciente casi”.

Continuó, pero desde su realidad como proletario. “Yo soy un genio sin estudios. Yo escribo por intuición, no sé nada de técnica. Yo por intuición sé dónde empieza un capítulo y donde va a terminar, sé cómo son los personajes, los nombres. La diferencia entre el escritor intelectual y yo, es que él escribe con la cabeza, yo tengo mi instrucción, la inspiración, la memoria, imaginación y la experiencia”.

Terminó siendo ovacionado por un Zócalo repleto, poniéndose de pie al terminar la instancia. Luego, los mismos hicieron fila por horas para que el premio nacional les firmara alguno de sus libros y tomarse fotos, a lo cual el escritor accedió sin problemas.

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