Al respecto, WWF realizó un llamado a una acción transformadora para abordar los factores sistémicos que impulsan los riesgos ambientales globales, que también son críticos para países como Chile.
El Foro Económico Mundial (WEF, por su sigla en inglés) publicó su Informe Global de Riesgos 2025, en el cual diversos aspectos de la crisis ambiental que actualmente sufre el planeta aparecen entre las principales amenazas para la humanidad en el horizonte de los próximos diez años.
El informe, publicado antes de la reunión del WEF en Davos la próxima semana, identificó una variedad de riesgos globales, siendo los más importantes de la década los eventos climáticos extremos, la pérdida de biodiversidad y el colapso de ecosistemas, los cambios críticos en los sistemas terrestres y la escasez de recursos naturales.
“Los riesgos ambientales identificados en este informe ya son una realidad diaria para millones de personas en todo el mundo. Los impactos de las crisis interrelacionadas de clima y naturaleza están destruyendo y desestabilizando vidas y medios de subsistencia. Las temperaturas están alcanzando niveles récord y los sistemas naturales de los que dependen nuestras sociedades y economías están siendo llevados al límite. La ventana para evitar puntos de inflexión irreversibles se está cerrando rápidamente. No tenemos otra opción más que actuar mucho más rápido para construir resiliencia frente a estos riesgos y abordar sus causas profundas”, señaló Daudi Sumba, director de Conservación de WWF Internacional.
Ricardo Bosshard, director de WWF Chile, enfatizó el impacto que estos temas ya están teniendo en el país y los que podrían llegar a tener, dadas sus condiciones particulares de gran dependencia respecto a la naturaleza y alta vulnerabilidad frente a los embates climáticos. “Que el Foro Económico Mundial identifique claramente estos temas como grandes amenazas para el mundo y su desarrollo nos debe llamar a la reflexión. Si bien Chile enfrenta hoy diversas urgencias, la protección del medio ambiente y la construcción de resiliencia frente a la crisis climática no pueden ser dejados en segundo plano; al contrario, son un pilar básico en cualquier intento serio de construir un futuro próspero y de bienestar para el país”, comentó.
Camino al 2030
WWF plantea que los próximos cinco años son cruciales, dado que a 2030 es imprescindible que existan cambios sistémicos en cómo se producen y consumen los alimentos y la energía, así como en la movilización de financiamiento. Además, los esfuerzos de conservación y restauración serán vitales para garantizar que el declive de la naturaleza se revierta al final de la década.
Un hito relevante ocurrirá este año con la actualización de las contribuciones climáticas que deben presentar los distintos gobiernos en el marco del Acuerdo de París, lo que implica una oportunidad para trazar un camino hacia una acción transformadora que pase urgentemente a la implementación.
