¿Qué significa tener “resistencia a la insulina”?: Experta da 5 consejos para enfrentar esta condición que cada vez afecta a más chilenos

9 mayo, 2018

En los últimos años la resistencia a la insulina se ha convertido en un tema recurrente. Cada vez son más los chilenos que viven con esta condición que en la primera etapa no da síntomas y que se genera por diversos factores como la obesidad, el sedentarismo, la dieta y la genética.

Pero ¿qué significa tener “resistencia a la insulina”? Según explica la Dra. Javiera Salvador, académica de la Escuela de Medicina de la U. Andrés Bello, “la insulina es una hormona que en condiciones normales es secretada por el páncreas cada vez que uno ingiere alimentos, sobre todo, aquellos ricos en azúcares o carbohidratos. Su función es captar estos nutrientes (que al consumirlos se absorben como glucosa) y llevarlos a los distintos tejidos donde se necesitan para aportar energía: cerebro, hígado, músculos, y en condiciones en que se come en exceso, se almacenan como grasa”.

La experta agrega que “la resistencia a la insulina es una condición en la que existe una incapacidad de esta hormona para captar y almacenar la glucosa de la sangre. Lo que ocurre es que aumentan los niveles de insulina en la sangre (para compensar el mal funcionamiento de esta, y mantener la glicemia (nivel de glucosa en sangre) normal”.

Sin duda que una de las mayores confusiones respecto a la insulinorresistencia, es si es lo mismo que la “prediabetes”, a lo que la Dra. Salvador aclara: “La resistencia a la insulina es la etapa previa a la pre-diabetes en la que sólo se ve en exámenes de laboratorio que la insulina está elevada, pero la glicemia está normal. En la pre-diabetes la glicemia de ayunas está elevada (entre 100 y 126mg/dL) pero nunca tan elevada como cuando ya está establecida la diabetes, (>126mg/dL)”.

Respecto a los factores de riesgo, la experta apunta a la obesidad. “Tener un aumento de la grasa corporal y baja masa muscular genera que nos volvamos ‘resistentes’ al efecto de la insulina y, por ello, funcione de mala manera la hormona. Por otro lado, los estilos de vida poco saludables (las dietas altas en grasas, harinas refinadas, bajas en fibra y el sedentarismo) nos predisponen más. Por último, también están en mayor riesgo aquellas personas que tengan familiares insulinorresistentes o diabéticos, por genética”, subraya la académica de la UNAB.

En las primeras etapas, la insulinorresistencia no da síntomas, pero si se mantiene por algunos años las personas pueden pasar a ser diabéticas, y ahí tener las manifestaciones típicas de esta enfermedad: sed, aumento del apetito, aumento de la frecuencia para orinar, baja de peso, visión borrosa, entre otras.

Esta condición se ha incrementado en Chile en los últimos años, debido al aumento en la prevalencia de sobrepeso, obesidad, sedentarismo y los estilos de vida poco saludables. Para enfrentar esta patología, la Dra. Salvador explica 5 datos en “el tratamiento universal que es, por supuesto, la prevención”:

1. Ejercicio físico al menos 3 horas a la semana, iincluyendo ejercicios que involucren peso (pesas, crossfit, TRX, yoga, pilates) y ejercicio aeróbico (caminata, trote, natación, bicicleta, etc).

2. Alimentación saludable: elegir harinas y cereales integrales, mantenerse alejado de alimentos procesados y ricos en grasas.

3. Aumentar el consumo de fibra (panes y cereales integrales, consumir a diario frutas y verduras en su estado natural)

4. Mantener un peso adecuado a la estatura.

5. Chequeo médico general por lo menos anual para prevenir y detectar precozmente.

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