Como una medida de precaución que cada país es libre de adoptar, pero de la que por ahora no es recomendable aventurar conclusiones por falta de evidencia científica, calificó el médico infectólogo especialista en vacunas y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Rodrigo Vergara la decisión de Dinamarca y Noruega de suspender temporalmente -durante catorce días- la administración de la vacuna de AstraZeneca, tras supuestamente registrar «graves casos de trombos (coágulos)» en personas que la habían recibido.
Según explica Vergara, no parece tratarse por ahora de un hecho preocupante ni relacionado con esta preparación. “Los trombos son cuadros que suelen afectar a personas de mayor edad, que son el grueso de la población que ha sido inoculada hasta ahora con esta vacuna (y con otras). De hecho, se reportan solo 22 casos de este tipo en más de tres millones de personas a las que se les ha aplicado esta vacuna en 17 países europeos. En España, por ejemplo, donde ya se han administrado 750 mil dosis, no hay reportes hasta hoy de casos similares. Y hay que considerar que en este país la incidencia anual de tromboembolismo pulmonar en los años previos a la pandemia era de entre 70 y 113 casos por cada 100 mil personas de cualquier edad. Es decir, son episodios muy poco frecuentes pero que se suelen dar, independientemente de si las personas se vacunan o no y no se puede concluir y para nada está claro hasta ahora que lo que acontecido en Dinamarca -y también en Austria y Luxemburgo, entre otros países- tenga relación con la vacuna de AstraZeneca”, argumenta.
En cuanto a la relación que pudiera existir entre este tipo de acontecimientos y un eventual apuro en la administración de las vacunas contra el Covid, el especialista de la Escuela de Medicina de la UV sostiene que esta solo es una medida de precaución ante casos que de igual modo no se habrían podido prever si se hubiera hecho un estudio con más tiempo, “porque los estudios nunca se hacen en millones de personas. Por tanto, está dentro de lo esperable que se den eventuales reacciones pero también que aparezcan cosas que igual le iban a pasar a las personas con o sin vacunas. Lo que sucede es que como se están vacunando a tantas personas, hay gente que igual se va a enfermar o le van a pasar cosas como estas después y que no se pueden asociar con la aplicación de esta u otra vacuna”.
Y agrega el doctor Rodrigo Vergara: “Yo llamo a la calma, porque hay una sensibilidad muy especial con estos temas en la actualidad. Por ahora se trata de una patología que se presentó en casos muy puntuales y en la población adulta, que hasta ahora todo indica que se trataría de una coincidencia”.
