Tecnologías innovadoras que permiten mapear nuestro cerebro

20 julio, 2022

“Los dispositivos médicos innovadores han significado un gran aporte a la calidad de vida de las personas con enfermedades neurológicas, permitiendo diagnósticos más precoces y mejores tratamientos”, destaca la gerente general de la Asociación de Dispositivos Médicos de Chile (ADIMECH), Gabriela Garnham.

Santiago, julio 2022. ¿Sabías que gracias a la tecnología hoy podemos conocer más y mejor cómo funciona nuestro cerebro? Es que las innovaciones tecnológicas nos ofrecen dispositivos médicos cada vez más precisos y sofisticados para diagnosticar y tratar a tiempo enfermedades cerebrales.

La gerente general de la Asociación de Dispositivos Médicos (ADIMECH), Gabriela Garnham, señala que un 13% de las causas de enfermedades a nivel mundial están vinculadas con enfermedades neurológicas y trastornos mentales, “siendo las más comunes la migraña, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Mal de Parkinson o la Esclerosis Múltiple, trastornos mentales (como depresión, esquizofrenia o trastorno bipolar), enfermedades infecciosas, como la meningitis, y congénitas, como el síndrome de Down”, agrega.

Es por ello que este 22 de julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro, proclamado por la Federación Mundial de Neurología (WFN por sus siglas en inglés), con el fin de crear conciencia sobre la importancia de este órgano en la salud integral de las personas y que para este 2022 tendrá como tema central “Salud cerebral para todos”, buscando reducir la carga global de trastornos neurológicos.

Tecnología que descifra el cerebro

Gracias a la existencia de dispositivos médicos cada vez más sofisticados, hoy es posible diagnosticar enfermedades y trastornos neurológicos en forma más precoz y precisa impactando positivamente en la calidad de vida de las personas.


Los avances tecnológicos en las últimas décadas han sido sustanciales, especialmente en neuroimágenes. Así, por ejemplo, el escáner (o tomografía computarizada) y la resonancia magnética hicieron posible visualizar en forma simultánea la estructura del cerebro y los cambios en la actividad cerebral a medida que van ocurriendo.

Para Gabriela Garnham, gerente general de Adimech, estas tecnologías permiten realizar un verdadero mapa de nuestro cerebro en acción, “es decir, medir nuestra función cerebral, de tal modo de detectar posibles alteraciones, así como también su evolución en el tiempo”.

Entre los principales exámenes que utilizan dispositivos médicos innovadores para diagnosticar enfermedades neurológicas se encuentra la Tomografía computarizada (escáner CT)Resonancia magnética (IRM)Resonancia magnética funcional (FIRM)Tomografía por emisión de positrones (PET)Ecografía o sonografíaAngiografía cerebralTomografía computarizada con emisión de un fotón único (SPECT)Electroencefalograma (EEG)Potenciales evocadosElectromiografía (EMG).

Tratamientos para una mejor calidad de vida

La tecnología en salud también contribuye en el tratamiento de los pacientes que sufren enfermedades neurológicas. Así, por ejemplo, la Trombectomía mecánica y el stent permiten tratar los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, una de las principales causales de muerte y discapacidad en Chile y el mundo. “Estos dos procedimientos ayudan a salvar vida, pero también a disminuir los riesgos asociados a discapacidad”, señala la representante de Adimech.

En patologías como el Parkinson y la distonía, hay tratamientos con tecnología de última generación, como la Estimulación cerebral profunda que extienden la calidad de vida de las personas

“El cerebro controla nuestras actividades cognitivas, como pensar, abstraer y leer, así como las reacciones de nuestro organismo. Es tal su importancia que, en el Día Mundial del Cerebro, nuestro llamado, primero que todo, es a llevar un estilo de vida que favorezca la salud cerebral, como mantener una alimentación saludable, realizar ejercicio, estar activo desde el punto de vista cognitivo, mantener la interacción social y controlar el riesgo cardiovascular”, finaliza Gabriela Garnham.

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