Tribunal Oral de Coyhaique absolvió a los hijos de Nabila Rifo por el homicidio de su conviviente

18 diciembre, 2024

Acogiendo la tesis de la defensa de actuar bajo un miedo insuperable, este miércoles el tribunal de juicio oral de Coyhaique, integrado por los magistrados Rosalía Mansilla, Juan Pablo Freire y Patricio Zúñiga, absolvieron, por unanimidad a L.F.T.R. y J.T.R. del delito de homicidio calificado por el que los acusaba la fiscalía, tras la muerte de Gerardo Bañares quien era pareja de su madre. 

Gerardo Bañares, de 34 años, falleció el 02 de febrero en el Hospital de Coyhaique al que había ingresado horas antes, luego de una riña que sostuvo en el hogar de la familia, a la que él se había incorporado hace poco menos de un año.

La representación de los hermanos estuvo a cargo de los defensores públicos, Mauricio Martínez Peralta y Francisca Riffo Ayala, quienes reconocieron la participación de sus representados en los hechos por los que se los acusaba, sin embargo, señalaron y probaron con números peritajes, sociales, psicológicos, psiquiátricos y antropológicos, además de testigos de los últimos años de vida los jóvenes, que sus actuaciones estuvieron motivadas básicamente por un miedo insuperable, a raíz de la extrema violencia que afectó a su madre en 2016.

 “El tribunal logró ver el caso desde nuestra perspectiva, entendiendo que este terrible hecho, no debía ser juzgado por el hecho en sí, sino por su contexto – señaló Mauricio Martínez, defensor de L.F.T.R. – la violencia que mi defendido ha debido soportar durante toda su vida y en particular la violencia que recientemente ejercía al interior del hogar quien hoy aparece como víctima,  sumados al miedo a que vuelvan a violentar salvajemente a su madre y a él mismo, confabularon para que reaccionara en forma desmedida. Mi representado y su hermano no tuvieron apoyo psicológico para superar el trauma que les dejó la violencia sufrida por su madre en el año 2016 (…) lamentablemente mi representado no pudo actuar de otra manera en defensa de su madre y de su familia”, dijo.

Francisca Riffo, defensora de Y.T.R., señaló por su parte que “este juicio no se trató tanto de lo que ocurrió sino de por qué ocurrió (…) mi representado quería una vida tranquila, seguir estudiando, apoyar a sus hermanos y a su madre. Pero el 01 de febrero tuvo miedo de enfrentar un hombre adulto, agresivo que quería entrar a la casa de la que lo habían expulsado y exigía estar con su madre. Mi representado actuó defendiendo a los suyos, a su hermano y a su mamá, motivado por un miedo insuperable (…) No se le podía exigir actuar de otra manera, ya que este actuar estaba comprometido por sus vivencias previas. La violencia marca y por eso esta defensa está satisfecha de haber logrado su absolución”.

Por este delito, L.F.T.R. arriesgaba una pena de 15 años de prisión, mientras que su hermano 10 años de internación en centro cerrado.

Contexto

Cabe señalar que Gerardo Bañares había llegado a vivir a la casa de familia, ocho meses antes del delito y desde entonces se registraron una serie de situaciones de violencia de este hacia los integrantes de la familia, lo que provocó que en reiteradas oportunidades carabineros llegaran al hogar, sin embargo, no se registraron denuncias formales.

El día de los hechos, el hombre había salido del hogar luego de una discusión en la que su pareja y dueña de la casa, lo había expulsado de esta. Horas más tarde regresó vociferando que quería ingresar a la casa y ver a su mujer. Los dos hijos mayores quisieron impedir su ingreso y se trenzaron en una discusión verbal que pasó a agresiones físicas, en donde el adolescente y su hermano lo golpearon en reiteradas oportunidades con objetos contundentes, causándole la muerte.

En su oportunidad, los hermanos señalaron que sus acciones se motivaron por el miedo a que, quien hoy aparece como víctima, los matara, agrediera a su madre. Señalan no darse cuenta de lo que hicieron hasta que ya era tarde. Se refugiaron en la casa de un familiar y cuatro horas más tarde, el hermano mayor se entregó a Carabineros. Durante la madrugada la Policía de Investigaciones detendría al segundo.

Desde entonces permanecieron en prisión preventiva en la cárcel de Coyhaique, el mayor; y en un recinto de detención de Sename, el adolescente.