Santiago, 1 de octubre de 2021
Para morir de la risa y entender, en parte, los defectos tan propios de nuestra idiosincracia, ayer se reestrenó «Hijos de su madre», obra teatral escrita por Gabriel Prieto y Rodrigo Bastidas.
Después de casi dos años de pandemia, Teatro Mori de Parque Arauco, abrió sus puertas hace un mes, para acoger a los amantes de este arte, ávidos de cultura y entretención de calidad. Trabajando al 70% de su capacidad y con estrictas medidas de seguridad para el Covid, se puede asistir y disfrutar de esta obra, comprando las entradas vía Puntoticket, solo debes descargarlas y mostrarlas en la puerta junto a tu pase de movilidad, previo control de temperatura y el ya habitual alcohol gel, puedes divertirte y disfrutar, manteniendo siempre la mascarilla puesta.
Las entradas cuestas 16.000 mil pesos, pero hay varios descuentos para clientes de Banco Chile, Habitat y Entel. Puedo asegurarles que vale hasta el último peso; casi 80 minutos de risas incontrolables no tienen precio.
«Hijos de su madre» es una comedia de humor negro que te provoca la risa con su ingenioso relato. Cuenta la historia de cuatro hermanos que se reunen a propósito de la muerte de su madre, tienen vidas muy diferentes y no se llevan bien. Más de alguien se sentirá identificado en algún momento con alguno de los personajes o se sorprenderá comparándolos con un pariente, amigo o conocido. Los personajes, brillantemente desarrollados por Magdalena Max-Neef, Elena Muñoz, Rodrigo Bastidas y Gabriel Prieto, representan distintos sectores de la sociedad chilena, polarizada valórica y políticamente.
La vasta experiencia de cada uno de estos actores se nota sobre el escenario, cada uno constituye un personaje principal, cada uno igual de importante que el otro, desplegan todo su talento, pero armonizan mucho mejor unos con otros, para hacer brotar la risa del expectador, que no podrá distraerse durante toda la función, gracias al ritmo ágil de la narración y la cercanía de los temas que van surgiendo en el relato. La muerte, la herencia, las ambiciones, la rivalidad entre hermanos. Así como también, el racismo, la discriminació, la xenofovia, la locura, son todas problemáticas tan propias y tan contingentes para los chilenos.
La obra, creación de la compañía Teatro Aparte -los mismos creadores de «Viejos de Mierda» y «Quién me escondió los zapatos negros», entre otras-, fue escrita tres años antes de la pandemia; se reestrenó ayer y se mantendrá en cartelera hasta el 6 de noviembre, todos los jueves viernes y sábado, siempre a las 21 horas.
Totalmente recomendable, para disfrutar a partir de los 14 años en adelante, es sin duda un buen panorama para todos aquellos que gustan reirse de sí mismos y de paso reflexionar sobre la intolerancia que nos divide como familia y como sociedad.
Cristina Mistretta Littin
