El académico de la Facultad de Economía y Negocios, Juan Romagosa, planteó que también “permitirá al gobierno establecer una política para asignar los recursos más eficientemente, sin tener que ir a buscar los recursos de las y los trabajadores”.
El pasado lunes la Cámara de Diputados rechazó los dos proyectos de ley sobre el quinto retiro de los fondos de las AFP.
El académico de la Facultad de Economía y Negocios de la UTalca Campus Santiago, Juan Romagosa, analizó el escenario económico que abrió esta decisión, el que permitirá dar más espacio para analizar medidas al Banco Central ante la creciente inflación.
“Se puede decir que en términos macroeconómicos podría ser una buena noticia, en el sentido de que le da mayor tiempo al Banco Central a tomar políticas monetarias que ayuden a enfrentar la acumulación de inflación que hemos tenido en los últimos años, causada principalmente por los últimos retiros”, indicó el académico de la Escuela de Ingeniería Comercial.
Agrega que este organismo “ha dicho que este aumento de inflación, a pesar de que se debe a otros factores, se explica principalmente por el exceso de liquidez que ha tenido la economía en los últimos meses y años, debido a la inyección de recursos a través del IFE y los retiros respectivos. Por lo tanto, el Banco Central no tendrá que establecer tasas de políticas monetarias tan agresivas y, además, permitirá al gobierno establecer una política que permita asignar los recursos más eficientemente sin tener que ir a buscar los recursos de los y las trabajadores”.
El economista señala que otro punto importante también es que el proyecto presentado por el gobierno, a pesar de que tenía menores efectos inflacionarios, poseía otros elementos perjudiciales.
“En el sentido de no considerar el beneficio tributario que, por ejemplo, se le estaba dando a los padres que no pagaban las pensiones. Hay que recordar que los fondos de las AFP son exentos del impuesto de segunda categoría. Y, además, también, no se tenía en cuenta el efecto de liberar recursos que iban destinados al pago de deudas, al pago o uso del consumo. Por lo tanto, a pesar de que el efecto inflacionario iba a ser menor, probablemente no sería inocuo, iba a tener algún nivel de efecto más parcializado, pero, también, habría implicado que no se pudieran generar mejores condiciones para controlar la inflación”., manifestó Romagosa.
