Estas consisten en la ampliación gradual tramo exento y aumento de tasas a las personas, disminución de la evasión, eliminación gradual de exenciones, reducir la tasa del impuesto de primera categoría, avanzar en royalty minero e impuestos correctivos, aplicar un impuesto negativo y desarrollar una agenda de mejor gasto público.
El Centro de Estudios Tributarios del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información de la FEN U. de Chile realizó el pasado 20 de junio el encuentro Propuestas para un pacto tributario, en el que Ignacio Briones, Ph.D. en Economía Política, Institute d’Etudes Politiques de Paris; y ex ministro de Hacienda, dio a conocer las principales propuestas para un pacto tributario 2023-2040.
Ante el rechazo a la reforma tributaria presentada por la administración del Presidente Gabriel Boric y los diálogos que se han desarrollado para elaborar una nueva propuesta de reforma tributaria, Briones sostuvo que es necesario contar con un pacto en materia tributaria, porque “tiene que ver con esta idea de tener una cancha con reglas claras, definidas y ojalá por los próximos 10 o 20 años y no que las estemos cambiando (…) Solemos concentrar la discusión en las tasas y siempre los actores dicen van a subir las tasas, que van a subir tanto y cuanto los impuestos. Es importante, sin duda. Pero desde el mundo empresarial, al menos, tan importante como las tasas son la estabilidad de las reglas”.
Sus propuestas se basan en un trabajo que elaboró para el centro de estudios Horizontal, el que destaca que “ha llegado el momento de tener una mirada compartida sobre nuestro sistema tributario de mediano plazo. Ello supone avanzar, no en una reforma tributaria más, sino que en un pacto tributario que, por un lado sea capaz de allegar mayor recaudación en el tiempo y, además, provea incentivos a la inversión. Chile necesita un pacto que entregue certezas y reglas claras de mediano plazo”.
Como antecedente, señala en el documento que al 2022 la carga tributaria en Chile neta de seguridad social llegaba a un 20,7% del PIB, alrededor de cinco puntos porcentuales menos que el promedio OCDE, y existe una brecha de US$ 19.800 de ingreso per cápita. “Se deben cerrar las dos brechas. No solo una, controlando por nivel de ingreso per cápita, la brecha actual respecto a países de similar nivel de desarrollo es de 2% del PIB”, señala el documento.
Propuestas
En el corto plazo, Briones propuso que el punto de partida consista en aumentar la carga tributaria en dos puntos del PIB, para poder cerrar la brecha de cinco puntos a 2040. Esto asumiendo que en ese periodo el crecimiento acumulado de un 3% anual, lo cual permitiría cerrar la brecha de ingresos per cápita respecto al promedio que tiene hoy la OCDE.
Briones resumió las medidas en la ampliación gradual del tramo exento y un aumento de las tasas personas, que podría recaudar 0,5% del PIB; la disminución de la evasión, en grandes y pequeñas empresas, que lo haría en un 1,6% del PIB; la eliminación gradual de exenciones, en 0,6% del PIB y combatir la informalidad.
A medida que se avance en la disminución de la evasión y exenciones, la recaudación por evasión y exenciones rebajaría las tasas. Propuso reducir la tasa del impuesto de primera categoría de un 27% a un 25%, con un costo de 0,3% del PIB y reducir la tasa de IVA de un 19% a un 18%, con un costo de un 0,5% del PIB. Estas bajas provendrían de la disminución de la evasión y disminución de exenciones.
También, puso énfasis en avanzar en royalty minero e impuestos correctivos, cuya recaudación adicional sería de 0,5% y 0,4% del PIB, respectivamente. Y, también, aplicar un impuesto negativo al ingreso, para los 3,6 millones de trabajadores formales con ingresos brutos mensuales menores a $850.000, que permitiría atacar el problema de la informalidad y mejorar la distribución del ingreso, con un costo fiscal neto de corto plazo de 0,8% del PIB.
Además de ello, sostuvo que era imperativo desarrollar una agenda de mejor gasto público, modernizando el empleo público, con un nuevo estatuto administrativo, que al 2024, permitiría recaudar 0,6% del PIB. A largo plazo, se podrían sumar reformas al proceso presupuestario, al sistema de compras públicas y crearse un consejo de mejor gasto público, que permitiría recaudar un 1,2% del PIB.
Destacó que otros elementos con lo que esta hoja de ruta debe contar son los principios orientadores, entre ellos se encuentra la simpleza, “que sea fácil de entender, sin la necesidad de un ejército de abogados y contadores; fácil de fiscalizar, difícil de evadir”, dijo; la justicia tributaria, equidad vertical y equidad horizontal; eficiencia, que haya menos cantidad de tratamientos diferenciados y exenciones, corregir externalidades negativas, desincentivar la informalidad laboral; que sea pro inversión (y crecimiento), que dé estabilidad en las reglas del juego; y que tenga objetivos de gasto y eficiencia del gasto.