Indicadores de actividad ratifican ajuste recesivo de la economía: CCS considera necesario iniciar el proceso de normalización de la política monetaria

1 junio, 2023

Las cifras entregadas hoy por el Banco Central ratifican el complejo momento que vive la economía. Los indicadores de actividad muestran una aguda desaceleración desde fines de 2021, que se transforma en un ajuste de características recesivas (más allá de las definiciones técnicas), a partir del tercer trimestre del año pasado.

La caída del consumo privado es uno de los principales factores que explican la trayectoria de la actividad agregada, afectado por el mayor desempleo, la disminución de los ingresos, la alta inflación y el aumento del costo del crédito.

Los diversos indicadores de actividad del comercio se han replegado con fuerza y completan 12 meses de contracción. El índice de actividad minorista del INE retrocedió un 10,7% en abril, y las ventas reales estimadas por las CCS a partir de las ventas diarias nominales del Banco Central cayeron casi un 16%.

El indicador sectorial que forma parte del cálculo del Imacec ha tenido un comportamiento algo menos negativo, debido a que incluye también las ventas mayoristas. En abril disminuyó un 7,7%, de cualquier forma su mayor caída en lo que va del año.

La industria manufacturera, por su parte, registra 12 caídas en los últimos 15 meses, mientras que el Indicador Mensual de Actividad de la Construcción que la elabora la Cámara Chilena de la Construcción no arroja cifras positivas desde noviembre de 2021, hace 16 meses.

El Imacec no minero, en tanto, completó 8 meses de contracciones ininterrumpidas.

Si bien en los próximos meses el factor estadístico comenzará a jugar a favor del crecimiento debido a las bajas bases de comparación, la expectativa es que la tendencia de ciclo siga siendo manteniendo un perfil debilitado.

En mayo se espera un repunte de las ventas minoristas, precisamente vinculado a las bajas bases de comparación, pero que contribuirá a mejorar el resultado del Imacec. Subsiste, sin embargo, la preocupación sobre un eventual sobreajuste inducido por la política monetaria, la que en nuestra opinión debe iniciar su proceso de normalización cuanto antes. Ello, en un contexto en que los indicadores inflacionarios dan muestras de encontrarse en proceso de convergencia hacia los rangos meta.

La necesidad de una normalización de la tasa rectora se hace más apremiante dado el reciente anuncio del Banco Central en orden a  activar el Requerimiento de Capital Contracíclico (RCC) para la banca en un 0,5% de los activos, ya que esta medida tiene el efecto de reducir los recursos disponibles para operaciones crediticias y por ende su acceso y costo.

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