Ante la impaciente multitud que colmaba el recinto capitalino, Alter Bridge salió a tocar con una sobria puesta en escena y con una mezcla de audio impecable. Myles Kennedy, guitarrista y vocalista, hizo una formidable interpretación de temas como «Silver Tongue» y «Addicted to Pain».
El estruendo de las cuerdas se hacía notar con claridad ya que el sonido fue excelente e incluso quedó en evidencia con las canciones «Ghost of Days Gone By», «Sin After Sin» y «Before Tomorrow Comes» en que Mark Tremonti se lució con los impecables solos de guitarra que hizo en casi todos los temas.
Kennedy dejó su instrumento de lado y tocaron «Broken Wings», en que el público hizo el coro de la balada muy bien ejecutada que terminó en una ovación y en donde Kennedy aprovechó de agradecer a los asistentes. Siguieron con «Burn it Down» que fue cantada por Tremonti quien mostró su destacado registro de voz y Kennedy realizó un buen solo de guitarra.
Continuaron el show con «Cry of Achilles» con la potencia de las cuerdas y la tremenda ejecución en la batería de Scott Philips y Brian Marshall en el bajo.
Kennedy interpretó en versión acústica y sin acompañamiento «Wonderful Life» ante un solemne teatro iluminado por cientos de flashes de celulares. Continuaron el mismo formato con «In Loving Memory» pero con Tremonti en la guitarra acústica y Kennedy mostrando su calidad vocal.
Prosiguieron con «Blackbird» (donde la gente de la cancha jugó con unos globos y Tremonti hizo un excelente solo), «Come to Life» (donde bajaron la afinación de la cuerdas) , «Fable of The Silent Son», «Isolation» y «Metalingus» que empezó con la potente ejecución de Philips en la percusión pero en donde Tremonti tuvo que cambiar su guitarra por un problema técnico. «Shit happens!» dijo Kennedy por el percance.
Después de algunos minutos realizaron el encore y en donde Kennedy dijo que «este era el mejor público con que hemos tocado». El show lo terminaron con «Open Yours Eyes» y «Rise Today» ante la ovación del respetable que llenó el Teatro Caupolican y que se retiró con la canción «My Way» en la versión de Frank Sinatra de fondo.
El cuarteto realizó un espectáculo poderoso y de una gran ejecución con un hard rock muy pesado y que se hizo notar con el excelente sonido que se mantuvo durante todo el concierto que se extendió por cerca de dos horas.
GONZALO MORALES NARANJO
