Obra: Antes de morir quiero conocer el cielo: El abuso contra el mundo lésbico

27 noviembre, 2022

Por Miguel Alvarado Natali

“Antes de morir quiero conocer el cielo”, es un drama con tintes de comedia que nos sumerge en el mundo lésbico, donde el abuso, la violencia y el amor están en constante pugna, escrita por Daniela Sclalchli (Rae) y dirigida por Javiera Mendoza. Montaje de la compañía La Chueca, que se está presentando en el teatro Mori de Bellavista hasta el 4 de diciembre.

Confinada y escondida de sus vecinos la Licenciada Moya ha vivido los últimos años en un eterno luto,  -la única lesbiana del barrio-, desde que su querida sobrina, Mirlo, fue asesinada por ser lesbiana a los 20 años. En tanto, Sandra Moya, la madre de Mirlo, siempre se opuso a esa amistad que tenían sobrina y tía, ya que repudiaba ese mundo lésbico de la Licenciada Moya. Cuando mataron a Mirlo, Sandra, que es una mujer muy reprimida hasta en su forma de vestir, culpó a su hermana -la Licenciada Moya –de lo sucedido, alejándose de ella y odiando todo lo que representa o tiene relación con las minorías sexuales, acrecentando con esto la invisibilización que ciertos grupos hacen avalando la injusticia y la impunidad.

Con una escenografía bien lograda, donde el hogar está descuidado, un poco miserable, con mobiliario sencillo: Un balón de gas conectado a una cocina de mesón, un televisor noventero al igual que el teléfono fijo -que no para de sonar-, una cama y un sofá, son la atmósfera perfecta para este relato descarnado y a ratos casi irreal, nos interna en un ambiente un poco confuso, pero además hilarante.

Las actuaciones están notables, muy expresivas y gestuales. Marcela Salinas es La licenciada Moya, ya la vimos en estas temáticas en la película Los Fuertes, pero ha demostrado su versatilidad en el monólogo “Estado vegetal”. Ahora se ve muy cómoda y su personaje es creíble, es intenso y un poco absurdo. Mientras Coca Miranda (“La violación de una actriz de teatro”) es Clara de las Nieves, esta lesbiana-activista que vuelve a despertar y a sacar del encierro a la Licenciada Moya, que es su amiga de toda la vida. Miranda le da el toque más lúdico a la escena, su personaje lo lleva al límite donde bordea el humor – ya con su chaleco de lana ochentero, saca las primeras carcajadas de la audiencia-. Por su parte la actriz Carla Casali, (“La Pérgola de las flores”) es Sandra Moya, esta hermana media pechona apegada a los cánones establecidos por la sociedad. En un papel que logra sacar la esencia en todo su esplendor de un personaje antagónico, que va mermando de apoco su actuar. La actriz Hitzka Nudelman, deslumbró con su caracterización, un look totalmente opuesto a los que estábamos acostumbrados en la teleserie Edificio Corona o en la obra “Sin Filtro”. Ella es Sailor Z, una persona no binaria que viene a remover a las lesbianas para que sigan en la lucha. Con una actuación histriónica sale airosa en un personaje que no es fácil.

“Antes de morir quiero conocer el cielo”, es una obra cruda, donde reina el desprecio y la discriminación por las lesbianas, una especie de cacería de brujas, donde la única alternativa que tiene la protagonista, es mantenerse al margen, escondida de las miradas y sacrificando su propia felicidad. Un gato –que nunca vemos- es su única compañía, sumida en la pena y la miseria que la propia sociedad le ha impuesto. Es una puesta en escena desgarradora, donde los personajes están llenos de cicatrices que no han sanado, pero con la convicción de que esta persecución por motivos de género tiene que terminar, siendo fundamental el activismo y el reconocimiento gubernamental. Es una representación

-también para reír – de buen ritmo, acá el relato nunca decae, al igual que la atención del público y donde hay muchas referencias y guiños a la cultura lésbica: “A todas las lesbianas les gusta ver películas románticas antiguas”. Es un montaje que estremece, que nos golpea con esta realidad violenta y marginal, y que seguramente algunas de las asistentes se sintieron identificadas con los personajes. Con mucha potencia, esta obra es un grito desesperado al no sentirse culpable por ser lesbiana, al no silencio, al liberarse del abusador y nos invita a reflexionar sobre el lesbicidio.

Autora: Daniela Sclalchli (Rae)

Directora: Javiera Mendoza Ceverino

Compañía: Compañía la chuecaElenco: Marcela Salinas, Carla Casali, Hitzka Nudelman, Coca Miranda

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