En este sentido, para la ONG ambientalista el gran desafío no es el hecho de tener una fecha de la competencia en Santiago, sino conseguir un compromiso claro por parte del Estado con la electromovilidad.
Al respecto, el director nacional de Greenpeace lanzó un desafío al próximo gobierno: «El gran desafío no es traer la Fórmula E a Chile, sino lograr un compromiso firme del Estado con la electromovilidad. En este sentido queremos desafiar al presidente electo Sebastián Piñera para que entregue una señal potente y se comprometa a que los vehículos que utilice durante su mandato sean eléctricos. Debiera ser el paso previo a un plan más ambicioso y que permita, en un plazo razonable, que toda la flota de autos fiscales sean eléctricos y así dar una señal potente y decidida en favor de la electromovilidad en el país».
“No parece ser un plan especialmente ambicioso ni veloz si es que se toma en cuenta que hay que una serie de fabricantes mundiales que han anunciado que solo venderán automóviles eléctricos el 2025”, dijo Asun.
540 vehículos –sumados eléctricos, híbridos enchufables e híbridos- se comercializaron en el país durante el 2017. Si se consideran solo los vehículos 100% eléctricos, desde 2011 hasta el 2017 apenas se vendieron 179 automóviles en Chile. A estas cifras de comercialización se debe agregar la escasa disponibilidad de electrolineras, ya que para fines del 2019 se espera contar con una red de unos 140 centros de carga distribuidos entre Antofagasta y Concepción.