Carabinera asistió parto de mujer haitiana vía telefónica durante llamado de emergencia al 133

21 febrero, 2019

La uniformada guió a un trabajador de un fundo de Melipilla para cortar el cordón umbilical a madre que acababa de dar a luz en precarias condiciones y que no sabía que estaba embarazada. Luego una patrulla de Carabineros la trasladó a un centro de salud.


Voces en Creole que se escuchan de fondo en un llamado telefónico al 133 de Carabineros. En el fundo Pangallillo de Melipilla, una mujer haitiana acaba de dar a la luz sin ninguna condición mínima para hacerlo. Es una situación de emergencia que intenta sortear un grupo de temporeros.

La cabo 1° Danay Pincheira Navia (27 años, 9 años de servicios) contestó uno de los más de 12 mil llamados que a diario ingresan a la Central de Comunicaciones de Carabineros, pero esta vez se trataba de un improvisado parto y no de un hecho delictual. Con los conocimientos básicos que adquirió en su formación, logró guiar satisfactoriamente a un temporero para cortar el cordón umbilical del bebé y poner sobre seguro a la madre y al lactante, mientras en paralelo coordinaba la rápida llegada de una patrulla institucional que trasladó a madre e hijo al Hospital San José de Melipilla, la tarde de este miércoles.

La uniformada comienza su relato entregando a Radio Carabineros de Chile otro dato que sorprende: “Ella no tenía conocimiento de que estaba embarazada y tenía un avanzado tiempo de gestación” y agrega que su preocupación fue que el hombre que la asistió consiguiera agua para limpiar algún elemento cortante y tener condiciones mínimas de higiene.

“Le indiqué (al hombre que llamó) cómo tenía que cortar el cordón umbilical… que le limpiara con un paño la boquita al bebé para que no tuviera sus vías obstruidas, luego la recostaron en una camioneta a la espera de que llegara el carro policial, ya que ambulancia aún no llegaba porque era un sector rural y era algo inaccesible”, agregó la cabo Pincheira.

Relata que la situación fue compleja “ya que quienes se encontraban en un lugar eran haitianos al igual que la madre, y no querían que la tocaran ni le cortaran el cordón hasta que llegara una ambulancia. Ella estaba súper débil, porque había tenido al bebé de pie”.

Ya más tranquila tras un breve alto en sus funciones en el 133, la cabo Pincheira dice estar “emocionada por lo que significa tratar de traer una vida al mundo, es primera vez que tengo que asistir un parto en estas condiciones, me había tocado en la vía pública, pero bajo estas condiciones tan precarias, sin los útiles que se necesitan, es primera vez”.

No es la primera ayuda de este tipo que atiende vía telefónica. Aproximadamente hace dos años, una mujer pidió asistencia cuando su hija se había atragantado con un dulce. La cabo la guió para aplicarle los primeros auxilios y salvó su vida.

BUEN USO DEL 133

Entre los meses de marzo y diciembre, la Central de Comunicaciones recibe entre 12 mil y 15 mil llamados telefónicos. Sin embargo, sólo el 25% son emergencias reales que derivan en un procedimiento policial de distinta índole y prioridad. No sólo eso: aproximadamente 9 mil llamados son bromas, pitanzas o insultos, lo que pone en riesgo no lograr atender una solicitud real de asistencia para las personas.

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