Luego de conocerse la auditoria de la Contraloría General de la República a las empresas que se adjudicaron las licitaciones de la Junaeb, estableciendo que tienen un manejo sanitario deficiente de alimentos destinados a las raciones de escolares y párvulos, la diputada Cristina Girardi (PPD) sostuvo que es necesario cambiar el modelo de licitaciones y mejorar, de una vez por todas, la calidad de la alimentación de los niños.
La parlamentaria que en septiembre pasado presentó un proyecto de ley que modifica la Junaeb para entregar una alimentación saludable y que considere a los niños con problemas alimentarios, remarcó que dada la auditoria, es primordial realizar un cambio al sistema. Además, se mostró abierta a la posibilidad de solicitar una comisión investigadora al respecto.
“Cuando planteamos en la Comisión de Educación el proyecto de ley de la Junaeb, sostuvimos que el centro es mejorar la alimentación de los niños a través de alimentos frescos, comprados a nivel local y que era primordial cambiar el modelo de licitaciones”, expresó la diputada complementando que en ese momento “la Junaeb se opuso al proyecto, planteando que la ley era innecesaria ya que ellos ya estaban teniendo este tipo de prácticas de entregar la alimentación de los niños, lo que claramente esta auditoria reveló es que la Junaeb sigue favoreciendo en su modelo a la empresa y no la alimentación de los niños”.
Asimismo, la parlamentaria agregó que “debemos reconocer que la alimentación ha cambiado en los últimos años en relación al tipo de alimentación. Lamentablemente el modelo con el que se opera, con estas grandes licitaciones, sigue favoreciendo a las empresas, donde estas buscan abaratar costos y entregar mala alimentación a los niños. Por eso debemos cambiar el modelo y perseverar en el proyecto de ley que tenemos en el Congreso”.
Finalmente, Girardi resaltó que “la Junaeb debe estar obligada por ley a entregar alimentación saludable. Sino modificamos la ley se seguirá entregando a los niños lo que esté disponible. Hoy no existe fiscalización ni un adecuado programa de control de las necesidades nutricionales de los niños”.
