Ante la última cuenta pública del gobierno de Sebastián Piñera los comités de la Coordinadora Feminista 8M, CF8M, y organizaciones feministas han tomado el espacio público en diversos puntos del país para realizar su propio balance de un año marcado por la crisis sanitaria que pone sobre la mesa el manejo criminal por parte del gobierno, así como también el sistema neoliberal que no garantiza derechos sociales mínimos para una vida digna, la criminalización de la protesta que enfrentan los y las presas de la revuelta y sus familiares, las victimas de mutilaciones que aún no encuentran justicia, las personas en las periferias que se han visto en la necesidad de levantar ollas comunes para subsanar la necesidad, en un permanente estado de sitio de más de un año de duración, donde el país se vio forzado a una realidad militarizada que ya el Wallmapu conocía desde hace mucho.
“Hoy volvemos a sacar la voz, tal como lo hemos hecho todos estos años, tal como nos hemos prometido en cada huelga, marcha, asamblea, revuelta y vocería constituyente. Traemos nuevamente nuestra cuenta, no la de ellos. Somos más y lo sabemos. A más de un año de declarada la pandemia que arrasó en este y todos los países del mundo, venimos a confirmar lo que ya anticipamos: para este gobierno siempre fueron las ganancias de unos pocos, la tranquilidad de los de siempre, el resguardo de privilegiados los que se impusieron sobre los cuidados y las vidas de las mayorías” declara la CF8M.
La lectura de la cuenta popular feminista se llevó a cabo en el frontis Tribunales de Justicia, Concepción, Antofagasta, Hospital militar, Hospital sótero del Río, Liceo portal La Cisterna, Plaza de los héroes (Rancagua) y ruta camino a Laguna Verde.
La cuenta popular feminista exige, propone y lucha por transformar las políticas neoliberales, a partir del programa del encuentro plurinacional de las y les que luchan, un documento que contempla los derechos sociales los cuales que han sido mercantilizados por el sistema y sus gobiernos de turno, a través de al menos 14 ejes: sistema plurinacional de cuidados, fin a las AFP y un nuevo sistema de pensiones; derecho al trabajo, derecho al aborto libre legal seguro y gratuito; derecho a la salud digna, derecho a la vivienda y la ciudad, derecho a la vida libre de la violencia patriarcal, no más territorios en sacrificio, derecho a la rebeldía y protesta, erradicación absoluta de la violencia de las disidencias, protección y derechos para niñes, educación pública, laica, plurinacional, no sexista; desmilitarización de todos los territorios, especialmente del Wallmapu.
